
Las autonomías tienen complicaciones financieras, y se veían venir. Regiones como Canarias y Cataluña ya están aplicando recortes y conteniendo el gasto ante la falta de efectivo en sus arcas. ¿La causa? Un problema que todos los estamentos se olían y que finalmente ha estallado en las cuentas de las autonomías y en la financiación de los servicios públicos.
Rebobinemos. En febrero, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado se quedó en la cuneta. Rechazado por la oposición y los partidos independentistas catalanes, todo su contenido quedó fuera de juego, incluidos los incrementos de las entregas a cuenta y una argucia contable para que las regiones pudieran cobrar todo el IVA que les corresponde en este 2019. Unos 7.500 millones en total con los que las regiones ya habían contado a la hora de preparar sus propios Presupuestos. Por entonces, el Ministerio de Hacienda perjuraba que estaba buscando una solución para solventar este problema para no dejar a las regiones sin estos fondos, un escenario que se desarrollaba antes de la celebración de las elecciones generales del 28 de abril y también de que el Gobierno entrara en interinidad y perdiera sus plenas facultades.
A día de hoy, el informe de la Abogacía del Estado confirma que un Ejecutivo en funciones no puede arreglar esta situación y se ha de esperar a que el nuevo Gobierno tome posesión para que, según explican desde Hacienda, se apruebe un real decreto-ley (RDL) que permita abonar el alza de las entregas a cuenta. Parece claro que, partiendo de esta base, esta misma solución se podría haber aplicado entre el rechazo de los Presupuestos y la celebración de elecciones, con los poderes del Gobierno todavía en vigor como demuestra el hecho de que se aprobaron numerosos RDL durante este periodo.
¿Por qué el Gobierno no lo hizo? ¿Acaso la financiación autonómica, que garantiza la prestación de numerosos servicios públicos, es menos importante que lo aprobado en los viernes sociales? Un pecado que ahora deja una temible papa caliente en unas autonomías que se están viendo abocadas al recorte.