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Brasil quiere aprovecharse de la guerra comercial: busca convertirse en la potencia alimentaria mundial

  • La batalla arancelaria reconfigurará el mapa alimentario global, generando nuevas relaciones
  • Las principales cosechas brasileñas han registrado niveles récord en la última cosecha
  • Aún tienen margen para aumentar las áreas de producción sin necesidad de deforestar
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La guerra comercial iniciada por Donald Trump ha sacudido el equilibrio del comercio agroalimentario mundial, entre otras consecuencias. Los mercados están bañados por la incertidumbre, y los precios de productos clave como la soja, el maíz o la carne destacan ahora por su volatilidad. A medida que las potencias económicas se enfrentan con aranceles y restricciones, los productores buscan nuevos aliados comerciales, reconfigurando el mapa alimentario global. Una crisis que, como tantas otras, también representa una oportunidad para quien se atreva a dar un paso adelante.

Y en este escenario tan caótico, un país emerge por encima de los demás para convertirse en la nueva potencia mundial agroalimentaria: Brasil. Con vastas tierras cultivables, un clima propicio y tras una excepcional cosecha, el gigante latinoamericano quiere consolidar su posición de proveedor de alimentos clave. ¿Cuál es su techo?

Hay que tener en cuenta que Estados Unidos y China son los dos principales socios comerciales de Brasil, y el cruce de aranceles que han iniciado puede ser una ventaja para el país suramericano, al menos en el sector agropecuario. De hecho, este año espera recoger una cosecha récord, de casi 325 millones de toneladas de granos.

De momento, Brasil está dispuesto a atender cualquier incremento de la demanda, después de que China impusiera gravámenes de entre el 10 y el 15% a productos agrícolas y ganaderos estadounidenses, en represalia a los aplicados por Washington sobre bienes del gigante asiático.

Producción récord

El país suramericano, el mayor exportador de soja del mundo y principal suministrador de China, prevé una producción récord de unas 165 millones de toneladas de soja para este año, un 13% más que en 2024. En este contexto, la guerra arancelaria volverá la soja brasileña "más atractiva" frente a la estadounidense, según Lucas Costa Beber, presidente de la Asociación de Productores Soja del estado de Mato Grosso, la principal región agrícola del país, en declaraciones a EFE.

Hasta ahora aún no han notado un amento de los pedidos, porque los aranceles son recientes, pero esperan una intensificación de la demanda de cara a la próxima cosecha, que se inicia en septiembre. La magnitud de ese aumento es difícil de prever porque depende de la cantidad de soja ya almacenada por China, así como de la duración de los aranceles de Trump.

Un camión y un tractor recogiendo maíz en Brasil
Recogida de maíz en Brasil. | Imagen: Dreamstime

De hecho, es probable que a corto plazo el sector sufra un perjuicio económico, porque la menor demanda de soja estadounidense por culpa de los aranceles provocará una caída inicial en el precio del grano negociado en la bolsa de Chicago, de referencia en el mercado.

Pero Brasil ya está preparada para aumentar las áreas de producción, sin necesidad de deforestar, solo recuperando tierras degradadas. Los expertos calculan que son 4 millones las hectáreas disponibles para el cultivo.

El caso del maíz

Otro de los protagonistas de la guerra comercial es el maíz, y a Brasil, ahora mismo, le sobra. De hecho, proyecta recoger 125 millones de toneladas este año, un 9% más que en la anterior campaña. Y consideran que están en condiciones de alcanzar hasta 150 millones de toneladas, ya que hay espacio para expandir los cultivos en áreas degradadas, e incrementar la productividad, hoy muy baja en algunas regiones.

La clave, de nuevo, la tiene China, y de cuál será su demanda, pues es uno de los mayores productores mundiales, precisamente junto con Estados Unidos y Brasil. También dependerá de las condiciones climáticas del gigante asiático.

También la industria ganadera está lista para ocupar los espacios que deje la batalla arancelaria global. El año pasado sacrificaron casi 40 millones de reses, una cifra récord para el país. Hoy ya son el principal suministrador de carne bovina de China, con un 57% de sus importaciones, y la relación sigue evolucionando.

Almacén en Brasil
Un almacén de grano en Brasil. | Imagen: Dreamstime

Ahora están listos para ajustar sus operaciones conforme sea necesario, tanto en el mercado interno como externo. Aseguran que tienen capacidad para ampliar la oferta a corto plazo sin comprometer la calidad, y sin impactar en la demanda interna.

Brasil ha demostrado que tiene el potencial, los recursos y la estrategia para consolidarse como una potencia agroalimentaria global. u capacidad para expandir la producción sin deforestar, la creciente demanda de mercados como China y su liderazgo en la exportación de productos clave lo posicionan como un actor fundamental en la alimentación mundial. También tiene desafíos por delante, como la infraestructura logística, la sostenibilidad o la volatilidad de los precios, pero seguro que el mundo seguirá mirando a Brasil como uno de los países llamados a alimentar el futuro.

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