
En un escenario marcado por la recuperación económica, la digitalización y los cambios en los hábitos de consumo, el sector de la alimentación, turismo y gastronomía en España se consolida como uno de los pilares clave para el desarrollo económico, la innovación y la cohesión social. Hablamos de un ecosistema que representa más del 27% del PIB, y que sin ninguna duda forma parte de nuestra identidad cultural y estilo de vida. Sin embargo, sigue sin recibir el reconocimiento y la visibilidad que merece en los grandes debates públicos y estratégicos. A menudo se olvida que detrás de cada menú del día, de cada pasillo del supermercado o de cada terraza abarrotada hay una cadena de valor altamente profesionalizada, innovadora y resiliente. Y es ahí donde eventos como Alimentaria + Hostelco, celebrados en Barcelona, cobran una relevancia extraordinaria.
Este salón conjunto, uno de los más relevantes a escala internacional, constituye una plataforma única que refleja la fortaleza y la diversidad del sector agroalimentario y hostelero español. Bajo un mismo techo, se presentan las últimas tendencias en alimentación, soluciones food service, maquinaria, equipamiento, tecnología, distribución, sostenibilidad y hábitos de consumo. Además, el evento impulsa un entorno de networking y negocio con un impacto directo en la internacionalización y competitividad de nuestras empresas. España vive un momento de transformación profunda. La convergencia entre el canal horeca, la gran distribución y el comercio local está generando nuevas oportunidades para redefinir cómo comemos, compramos y socializamos. Supermercados que apuestan por la cocina preparada de calidad, hoteles que integran experiencias gastronómicas de autor, o bares de toda la vida que se reinventan con tecnología y sostenibilidad. Esta omnicanalidad del consumo exige respuestas ágiles y colaboración entre todos los actores del sector, algo que Alimentaria + Hostelco lo hace posible y, por ende, única.
La feria no solo refleja esta transformación: la lidera. Su visión integradora rompe con compartimentos estancos y permite a profesionales de la hostelería, la industria alimentaria, la distribución o el diseño de espacios descubrir oportunidades de negocio cruzado. Este enfoque transversal es clave para acelerar la innovación y adaptarse a un consumidor cada vez más exigente y consciente. Contamos, además, con un fuerte respaldo institucional. Ministerios como el de Agricultura, Pesca y Alimentación, organizaciones empresariales como FIAB, Hostelería de España, CEHAT, ITH, AECOC, entre otras, así como chefs reconocidos internacionalmente participan activamente, destacando la importancia estratégica del sector para nuestro país. Las previsiones para la edición de 2026 son prueba de su consolidación internacional: cerca de 3.300 empresas expositoras (un 30% internacionales) y 110.000 visitantes, de los cuales uno de cada cuatro vendrá del extranjero. Todo ello con un programa de compradores invitados que generará un alto volumen de negocio directo y con una superficie expositiva de 100.000 m² en Fira de Barcelona, motor ferial de referencia en el sur de Europa.
No menos destacable es el carácter innovador del evento. En sus más de cinco décadas de historia, Alimentaria ha sido capaz de anticiparse a los cambios del mercado, evolucionando junto a los hábitos de consumo de la sociedad española. Hoy sigue siendo un espejo de nuestra transformación como país, con un sector que apuesta por la digitalización, la sostenibilidad, el producto de proximidad y la excelencia gastronómica. Poner en valor la industria alimentaria y hostelera no es solo una cuestión sectorial: es una prioridad nacional. En un país como España, donde el turismo, la gastronomía y la dieta mediterránea son señas de identidad, debemos seguir impulsando estos sectores como motores de innovación, cohesión territorial y proyección internacional. Porque la alimentación no solo nos nutre: también nos conecta, nos define como sociedad y nos proyecta hacia el futuro.