El ministro Escrivá anuncia la creación de la pública SETT para fomentar la soberanía digital de nuestro país. Pero dicha entidad estará dotada con 20.000 millones para invertir en empresas estratégicas, como Telefónica. El Gobierno se dota así de los medios para comprar hasta el 10% de la operadora. Una operación aprobada por el Consejo de Ministros en respuesta a la irrupción de la saudí STC en el accionario de la compañía. Dicha participación convertirá al Estado en el máximo accionista de la empresa y le permitirá tener el control de su consejo de administración. Sin duda, Telefónica es clave para la defensa nacional. Pero existen muchas vías legales de salvaguardar la españolidad de la teleco sin necesidad de entrar en su capital y menos mediante la toma de su control. Asimismo, la compra supone un claro paso atrás en la liberalización de las grandes empresas nacionales.
