
Hay siete tendencias clave que tener en cuenta en 2024 y más allá: la inteligencia artificial (IA) generativa para empresas y la ciberseguridad; la adaptación al cambio climático y los edificios verdes; el estilo de vida activo, la esperanza para el Alzheimer y la economía de la experiencia.
La IA generativa ha dominado 2023 con fuertes revalorizaciones de determinadas acciones tecnológicas. El desafío es monetizarla, lo que puede provenir de la fuerte demanda de aplicaciones profesionales de empresas que buscan aumentar su productividad. Por ejemplo, un estudio de Microsoft muestra que los programadores que emplearon GitHub Copilot ahorraban 55 % de tiempo a un coste de cien dólares al año por suscripción. Salesforce, por su parte, ha lanzado Einstein Copilot, que incluye un generador de correos electrónicos con resumen de llamadas y respuestas personalizadas de atención al cliente. Es el principio. Tres cuartas partes de empresas de todos los sectores esperan utilizar IA para 2027. Eso si, requiere intervención humana para su iniciación, refinamiento y verificación.
Pero la IA generativa también puede difundir desinformación y crear más fácilmente código malicioso difícil de detectar. Puede simular ser un familiar, amigo, colega o jefe. Incluso los correos electrónicos con código malicioso altamente personalizados empiezan a sustituir torpes textos genéricos. Es un gran reto para la ciberseguridad, con necesidad de soluciones de verificación continua de credenciales de personas que interactúan con una organización, interna y externamente. Además, la propia IA es parte de la solución, pues permite grandes modelos de lenguaje para detectar ataques más rápidamente y contrarrestar posibles amenazas.
Por otra parte, en la batalla contra el cambio climático gran parte de la atención se ha centrado en reducir emisiones de gases de efecto invernadero y eliminar carbono de la atmósfera. Pero las temperaturas continúan aumentando y los fenómenos meteorológicos extremos son más frecuentes. Hay que adaptarse. Al respecto, en la COP28 de Dubái, los países han acordado metas, pero hay interrogantes sobre cómo se financiarán. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente el déficit anual es 366.000 millones de dólares y el sector privado tiene que ayudar a cerrar la brecha. Las oportunidades incluyen cultivos que pueden sobrevivir a las sequías o prosperar en un clima cambiante, infraestructuras resilientes y sistemas de alerta temprana y prevención de fenómenos meteorológicos extremos. Al mismo tiempo, a medida que aumenta la población hacen falta más edificios para vivir, trabajar y el ocio. Pero el sector inmobiliario representa 40 % de las emisiones de carbono y la construcción genera gran cantidad de residuos. Afortunadamente hay innovaciones, como el software Building Information Modeling, que permite el modelado de edificios e infraestructuras, lo que facilita la prefabricación y el análisis de la energía, térmica e iluminación. Además, reducir emisiones y maximizar el confort es posible con mejor aislamiento, sistemas de iluminación y control de edificios conectados al Internet de las Cosas. De hecho, la inversión mundial en eficiencia energética de edificios aumentó de 140.000 millones de dólares en 2015 a 190.000 millones en 2021, según la Agencia Internacional de la Energía.
Ahora bien, la pandemia Covid subrayó la importancia de la buena salud y la industria del bienestar, estilo de vida activo y alimentos más saludables sigue prosperando. Los Juegos Olímpicos de París este verano pueden proporcionar nuevo impulso. Además de gimnasios y dispositivos de progreso, una nueva generación de medicamentos facilita bajar peso, como Wegovy, por imitación de la hormona del péptido similar al glucagón (GLP-1) y las personas, tras haber perdido peso, tienen más facilidad para mantenerse en forma. A ello se añade que la enfermedad de Alzheimer que afecta a casi 30 millones de personas en el mundo y sus familias. La carga aumentará, pues la población envejece. Afortunadamente, hay progresos en diagnóstico y tratamiento. Es el caso del medicamento Lecanemab de Eisai y Biogen y Donanemab de Eli Lilly, anticuerpo monoclonal que facilita la eliminación de la proteína beta amiloide del cerebro. Incluso se están desarrollando diagnósticos basados en la sangre, de manera el tratamiento pueda comenzar antes, con mejores resultados.
También desde Covid el gasto en actividades recreativas y culturales ha crecido más del doble que la economía, tanto en EE.UU. como Europa. De hecho, hay investigaciones que sugieren que las experiencias pueden proporcionar una felicidad más duradera que los bienes materiales, pues se pueden compartir -la soledad implica riesgos tan mortales como fumar-. Al respecto la tecnología proporciona nuevas formas de interactuar y hay creciente demanda de experiencias en comercio y turismo, facilitado por nuevos dispositivos de traducción en tiempo real e itinerarios diseñados por IA generativa. El auge de los viajes de los últimos dos años puede continuar.