
Sánchez ha presentado su Ejecutivo de cara a la nueva legislatura. Destaca que Sumar mantiene las cinco carteras que tuvo Podemos en el anterior Gobierno de coalición, pese a obtener menos diputados que los morados. Además, Yolanda Díaz se hace con Sanidad, un departamento clave para el sector farmacéutico ya que fija el precio de los medicamentos. No obstante, lo más importante es que Sánchez crea un gabinete menos técnico y con más perfiles políticos. Buen ejemplo de ello es la elección de la vicesecretaria general del PSOE y titular de Hacienda, María Jesús Montero, como nueva vicepresidenta. Lo mismo ocurre con la ministra de Educación y portavoz de los socialistas, Pilar Alegría, que ahora también lo será del Ejecutivo, sustituyendo a Isabel Rodríguez que tendrá el reto de cumplir el ambicioso plan de vivienda asequible de Sánchez.
El leitmotiv político también se encuentra con la elección del polémico Óscar Puente para Transportes, conocido por su réplica a Núñez Feijóo en su intento de investidura, y con el nombramiento de Elma Saiz en Seguridad Social. Una desconocida aupada por Santos Cerdán, clave en la negociación con Junts y también secretario de Organización del PSOE. Con todo, la mayor prueba del cariz que tomará la próxima legislatura está en Félix Bolaños, que suma a su cartera de Presidencia y Relaciones con las Cortes la de Justicia. Con ello, Sánchez aglutina en esta figura el poder legislativo, ejecutivo y judicial. Esto descarta la finalización de las injerencias judiciales de la Ley de Amnistía, ya que Bolaños será juez y parte en el ámbito de la judicatura. En definitiva un Ejecutivo con claro tinte político que no es la mejor carta de presentación para impulsar la economía y atraer inversiones.