
Las caída de la renta variable en septiembre tiene la contrapartida de incrementar el ya tradicional atractivo por dividendo del Ibex. No en vano, el índice español ofrece una rentabilidad en sus pagos que supera la barrera del 5%. Un retorno al que hay que sumar otro 1,3% si se tienen en cuenta las recompras de acciones (buybacks). Esta fórmula es cada vez más utilizada en el selectivo para compensar al accionista al evitar la imposición fiscal que los inversores afrontan tras el cobro de los dividendos brutos. La suma de ambas estrategias elevan la rentabilidad a más del 6%. Una ganancia que supera la inflación situada ahora en el 3,5% y que también mejora la que el ahorrador puede obtener si apuesta por los altos cupones que ahora ofrece la renta fija.