
Susana Solís, integrante de la misión europea que visitó Madrid la semana pasada, explica en elEconomista.es la doble cara que el Gobierno exhibió ante los hombres de negro que venían a evaluar la gestión de los fondos Next Generation. Desde el inicio, Moncloa se mostró dispuesta a ofrecer "muchos datos". Ahora bien, esa información es "ininteligible", en palabras de Solís, si no se aclaran criterios tan básicos como las condiciones bajo las cuales las partidas se consideran realmente pagadas. Existe aún demasiada opacidad en las explicaciones que el Gobierno da no solo a la UE sino también a las autonomías, otro actor clave en la gestión de unos recursos fundamentales para la economía española, en cuya gestión exige más agilidad y transparencia.
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