
La concesión de créditos al consumo por los bancos españoles crece solo un 0,35 por ciento en mayo, un ritmo muy inferior al casi 10 por ciento al que avanzan los préstamos hipotecarios. La financiación a los consumidores es más rentable que las hipotecas, dado que genera intereses cuatro veces superiores.
Esos ingresos, sin duda, serían bienvenidos para el sector financiero, a la hora de paliar la contracción que ha sufrido su negocio. Sin embargo, las entidades actúan de forma adecuada, al seguir los avisos del Banco de España y evitar un crecimiento descontrolado del crédito al consumo. Este último implica riesgos elevados (su morosidad avanza rápido en momentos de desaceleración) y exige provisiones elevadas que, a la larga, aumentarán los costes de las entidades.