
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha lanzado esta mañana la primera voz de alerta ante un repunte de la morosidad en el crédito al consumo como preludio de la desaceleración de la economía. El número uno del organismo supervisor ha señalado esta mañana que se observa un avance elevado del crédito al consumo, "por lo que las entidades deben reforzar sus criterios de concesión de créditos para lograr que el significativo incremento de la morosidad que se está observando, se modere", tal y como ha señalado en la apertura del curso sobre Finanzas Sostenibles celebrado en el Palacio de la Magdalena de Santander.
De Cos recordó que los niveles de morosidad han bajado considerablemente desde la crisis, aunque aún de manera insuficiente. Concretamente, el gobernador recordó que en 2013, es decir, en plena crisis, la tasa de morosidad alcanzó el 13%. En la actualidad, este ratio se sitúa en el 5,8%, aún muy lejos del 1% en el que se situaba la morosidad en los ejercicios precrisis.
Respecto al sector inmobiliario, De Cos destacó su importancia para la estabilidad financiera, puesto que las hipotecas siguen siendo la cartera de crédito más relevante para la banca. El gobernador del Banco de España reconoció que en los últimos años se ha dado un incremento significativo de los precios de la vivienda, aunque apuntó que una bajada de los mismos no sería bueno para el sector financiero. "Un potencial ajuste a la baja de los precios de la vivienda continuaría teniendo un impacto negativo -lógicamente, de menor cuantía- en las entidades de depósito a través del efecto sobre las valoraciones de los activos adjudicados y del impacto indirecto sobre los niveles agregados de consumo y actividad".
En la actualidad, la concesión de hipotecas a los hogares se mantiene "prudente", según De Cos. Así, la mayoría de los préstamos que se conceden son por una cuantía inferior al valor de tasación de la vivienda, frente al tan solo 50% de antes de la crisis. "Las hipotecas representan, de media, menos de cuatro veces la renta anual de los hogares, y el servicio de esta deuda supone menos del 20% de esa renta en un 50% de las hipotecas. Asimismo, las hipotecas con un plazo de vencimiento elevado, superior a 30 años, representan menos del 10% del total", explicó.
Las palabras del gobernador llegan precisamente el mismo día que ha entrado en vigor la nueva ley hipotecaria. Según señaló el Banco de España en su día, esta nueva normativa encarecerá los préstamos y dificultará el acceso de los mismos a los más jóvenes y personas con rentas más bajas.
Desafíos del sector financiero
El gobernador del Banco de España ha aprovechado su intervención para destacar los actuales riesgos a los que se enfrentar el sector financiero. De nuevo, la importancia de ser rentable se sitúa como el principal reto de la banca. "Mientras que los márgenes de intermediación se han mantenido estables, la reducción de los activos improductivos y las necesidades de saneamiento ha contribuido a la mejora de la rentabilidad […]. A pesar de ello, todavía se encuentra por debajo del coste de capital, por lo que la baja rentabilidad se configura como uno de los principales riesgos que afronta la banca española y europea", destacó.
Además, De Cos recordó otro de los grandes riesgos vinculados al sector como es la alta litigiosidad a la que se enfrenta. Tan sólo las reclamaciones y demandas por cláusulas suelo ya se han traducido en devoluciones que han superado los 2.200 millones de euros. "Pero existen todavía procedimientos judiciales muy relevantes pendientes de resolución", aseguró en una referencia velada al Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH), tasa sobre la que se manifestará el tribunal europeo a final de año y que podría tener una factura para la banca española de entre 3.500 millones a 44.000 millones de euros. De Cos, finalmente, también hizo referencia al reto de la banca para levantar la reputación bancaria y la digitalización.