Opinión

Un sueño hecho realidad gracias a un gran equipo

Cuando nació elEconomista.es, hace ya una década, los lectores desconfiaban de la prensa en Internet; las redes sociales tenían un uso minoritario, no se usaba Twitter, ni Facebook, ni Instagram; España bordeaba el pleno empleo, con una tasa de paro de poco más del 8 por ciento, una deuda de alrededor del 35 por ciento y un déficit del 3 por ciento. Nadie sospechaba que estábamos a punto de entrar en una crisis de dimensiones desconocidas; tampoco se cuestionaba la solidez del euro, y mucho menos de la economía china o del coste de los hidrocarburos. Consulte el especial 10º Aniversario de elEconomista.es

Las empresas de éxito no lo son por casualidad, sino porque contribuyen a mejorar la realidad en la que viven o porque encabezan movimientos de vanguardia, que sólo son reconocidos con el paso de los años. elEconomista fue de los pocos que vaticinó la gran crisis que nos asoló a partir de 2008, nos enfrentamos a los falsos vaticinios del Gobierno Zapatero; adelantamos el fin de las cajas de ahorro por su dependencia política; fuimos muy beligerantes con varios de sus dirigentes, que llevaron una gestión fraudulenta, como Miguel Blesa en Caja Madrid. Quiero remarcarlo, porque como miembro del equipo fundador, he visto caer muchas torres y emporios de poder, que parecían inalcanzables, a los que contribuimos a derribar. Gracias a ello, España es hoy un país mejor.

elEconomista.es es el primer medio español que nació a la vez en edición impresa (periódico de papel) y digital. Fuimos pioneros en creer que la información en Internet se convertiría en una herramienta imprescindible para entender la actualidad y seguir los mercados financieros.

Los cuadros de bolsa y fondos, que en los periódicos salmón ocupan más de una docena de páginas, se concentraron en una sola, sin renunciar a ofrecer en Internet la mejor y más amplia información bursátil de la prensa financiera. Hoy, somos el único medio con dos portales digitales de pago para asesorar en la compra-venta de valores, renta fija o divisas; el único también que dispone de una app de bolsa, con las cotizaciones de 19 índices bursátiles y más de 1.500 empresas actualizadas cada minuto. Además, creamos dos índices de valores, basados en el consenso de analistas más completo de la prensa, el Eco10 y el Eco30, que baten sistemáticamente al Ibex 35 y al Eurostoxx o el Dow Jones.

Fuimos el primer diario en clasificar la información por colores para facilitar su lectura o en introducir un diseño innovador, merecedor de numerosos premios internacionales. La denominada prensa salmón, en un primer momento nos tildó de amarillistas, pero no tuvo más remedio que modernizarse e introducir el color.

Otra de nuestras grandes aportaciones al periodismo del futuro fue la apuesta por la información económica internacional. El devenir de España no se puede separar de la marcha de Europa o de los acontecimientos en Estados Unidos y Asia. Vivimos en una aldea global en la que se cumple el proverbio chino de que el aleteo de una mariposa se siente al otro lado del mundo, como vemos todos los días en los mercados de materias primas o del petróleo.

Creemos que la información, además de local, es global. Somos el único grupo de prensa económica con importante presencia en Latinoamérica, donde contamos con media docena de webs. Sobresale la presencia en México, donde empleamos a una nutrida plantilla, además de Colombia, Argentina, Perú, Chile y Estados Unidos. elEconomista es hoy, de lejos, el primer portal financiero en idioma español, y el segundo del mundo occidental, sólo superado por el americano The Wall Street Journal.

Fruto de nuestra pasión por lo digital, hace dos años comenzamos a crear un grupo de revistas especializadas para acercarnos a todos los ámbitos de la economía, desde los autónomos o emprendedores hasta empresas medianas o grandes no cotizadas. Hoy contamos con una veintena de cabeceras, solo disponibles en la Red, que convierten a elEconomista.es también en el mayor grupo de prensa sectorial. El resultado de esta visión adelantada de la realidad es que somos el único medio español con edición impresa, en el que los ingresos digitales superan con creces a los procedentes del papel.

Un esquema que se asemeja al de grupos punteros, como el germano Axel Springer o el australiano News Corp. Nuestra estructura, basada en el negocio digital y con gran proyección de futuro, nos permitió crecer a doble dígito en la última década y superar así una de las etapas más aciagas de la economía española.

La apuesta digital facilitó entrar en rentabilidad. Y se preguntarán por qué nos gusta presumir de ello. Porque la única garantía de independencia de un medio de comunicación es una cuenta de resultados saneada. Es la mejor arma para combatir las presiones de grandes empresas o de gobiernos de cualquier tipo.

Quiero agradecer a todo el equipo de elEconomista.es su apoyo y su dedicación en estos años tan difíciles. Gracias a ellos, el sueño que tuvimos hace diez años de ser un referente de la información económica es hoy una realidad. Y por supuesto, gracias a todos ustedes por seguirnos cada día. Hemos sobrevivido a la gran crisis, pese a ser recién nacidos, y ahora nos sentimos con ganas de comernos el mundo.

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