En el campo de la ecología, como en tantos otros, hay un nutrido grupo de apóstoles del apocalipsis climático que, en términos de la periodista Emilia Landaluce, lo convierten en una religión. Una religión en la que el hombre es el pecado original y donde no faltan herejes. Landaluce ha realizado una interesante entrevista al físico Steven Koonin a propósito de su último libro titulado "Unsettled" (No resuelto).
Según recoge Landaluce, las conclusiones de Koonin provienen de las mismas fuentes con las que se han hecho los informes de la ONU, que son bastante cuestionables.
Según el físico, los predicadores del cambio climático dejan fuera "multitud de factores por los que todos nos preguntamos. Es un poco como el juego del teléfono escacharrado. Una persona le dice a otra que la anterior (el experto) ha dicho algo y al final el mensaje es muy diferente. Es lo que pasa con la ciencia y el clima".
Y en ese sentido critica tanto los informes de la ONU como los discursos políticos.
"Yo lo que digo es que por supuesto los seres humanos están influyendo, pero si el cambio está sucediendo… ¿es bueno o malo? Si es malo, ¿cómo será de malo? ¿Se puede impedir? Lo que sí podemos es tratar de adaptarnos, como siempre hemos hecho, porque es irreal reducir tan rápidamente las emisiones". Según los cálculos del físico, sólo el 4% de gases de efecto invernadero provienen del ciclo del carbón.
Respecto a los acuerdos de París, Koonin sostiene que respecto a las emisiones, será necesaria una gran transformación de la sociedad cambiando los coches que conducimos, la manera de calentar nuestras viviendas, etc., etc. "Habrá un disrupción tanto económica como en la efectividad de la energía y los precios. Y eso va a suponer un palo económico para mucha gente".
Nadie en su sano juicio está en contra de la descarbonización pero cada vez está quedando más claro que no hay influencia probada de la acción humana sobre huracanes o volcanes. Según Koonin, China, India y África no van a renunciar a usar combustibles fósiles porque son más baratos y fiables. Entretanto, las economías occidentales perderán competitividad y entonces, ¿cómo se justificarán los costes extras a las familias o a la industria?
Le parece imposible que en 2030 se consigan esos logros y apunta a que el protocolo de París, del que Trump se retiró, fue más simbólico que otra cosa porque apenas ha tenido impacto en la realidad. "Pero la gente se siente bien con eso y permite señalar a quien no cumple. Pero no tardará en cansarse de pagar los precios desorbitados de la electricidad".
Un sistema tan complejo como es el clima necesita millones de sensores en la atmósfera, en la corteza terrestre y en los mares para registrar todos los cambios, y eso no existe. Por otro lado, Koonin sostiene que el 80% de los gases de efecto invernadero proviene del vapor de agua.
Para terminar, el físico toma una cita de Mencken:
"El objetivo de la política en la práctica es mantener alarmado al populacho, que pedirá a gritos ser conducido a la seguridad, y amenazarlo por medio de una serie incesante de monstruos, todos ellos imaginarios".