Opinión

Encuestas que son apuestas

Buen momento para Pablo Casado, según las encuestas

"Hay encuestas y hay apuestas. Hay estimaciones y hay ensoñaciones". Así ironizaba el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, tras conocer el resultado del último sondeo electoral de Sigma Dos que confirma el declive del PSOE mientras el Partido Popular mantiene su línea ascendente, por encima de los 130 diputados que le darían la mayoría absoluta y el Gobierno con el apoyo de VOX.

Cierto que de momento son sólo encuestas, pero también es verdad que las encuestas marcan tendencia y que muchas apuestas se hacen sobre seguro, al tiempo que las ensoñaciones cuando se repiten se convierten en realidad en muchas ocasiones. Y esta apuesta o estimación de Sigma Dos – una de las consultoras de investigación más fiables y reputadas, junto con GAD3- está avalada por el resto de las encuestas y sondeos que se vienen sucediendo sin interrupción desde antes del verano, y son todas, absolutamente todas, con la excepción del circo de Tezanos, las que coinciden en la caída del PSOE por debajo del centenar de diputados y la mayoría absoluta del centroderecha, sin necesidad de recurrir a apoyos de nacionalistas.

Hacer, como hace el doméstico Simancas, es recurrir a la táctica del avestruz escondiendo la cabeza para no ver el peligro, cuando lo cierto es que, no sólo las encuestas, sino los hechos, la opinión pública y la publicada muestran que la credibilidad y confianza en el Gobierno y en su presidente está en mínimos, que el cambio de ministros no ha funcionado como revulsivo, y que sus mensajes eufóricos y demagógicos ya no calan.

Pero siendo esto verdad también lo es que las tendencias hay que consolidarlas, que a dos años vista de la convocatoria de unas generales cualquier error puede hacer cambiar el viento y que las mayorías sólo se consiguen con trabajo, conectando con los problemas y las aspiraciones de los ciudadanos, además de ofreciendo garantías de eficacia y de gestión. Y, a día de hoy, parece cierto que el PP, con el viento de los sondeos a favor está en el momento idóneo para dar el golpe de timón que le permita consolidarse como el gran partido capaz de recomponer la unidad del centroderecha y la convención nacional que se cerrará en Valencia aparece como el escenario de presentación de una nueva alternativa sólida, unida y bajo un liderazgo firme y sin fisuras. Los ciudadanos han demostrado que ni les gustan ni confían en las divisiones.

Los populares se han beneficiado de los muchos y graves errores del Gobierno, han recuperado la mayor parte del voto que se fue a la agonizante Ciudadanos y empieza a recobrar algunos de los desencantados que se fueron hacia VOX. Pero necesita dar un paso más para atraer a una parte de los votantes más moderados del PSOE y garantizarse el respaldo incondicional de los poderes económicos, factores ambos que fueron decisivos para el aplastante triunfo en Madrid de Díaz Ayuso. "La CEOE empezó a creer en Aznar cuando las encuestas empezaron a darle ganador y eso está pasando ahora", comenta un destacado exdirigente y exalto cargo en los gobiernos de Aznar y de Rajoy. Expresidentes ambos que han confirmado su presencia en la convención que se pretende sea la consolidación del PP y de Casado como adalides del proyecto liberal frente al radicalismo sectario los Frankestein.

Sin embargo, mal harían los populares en confiarse y caer en triunfalismos. Todavía queda mucho tiempo y aunque hoy son favoritos, tienen los mimbres y la estrategia correctas, el partido hay que jugarlo, posiblemente en campo contrario por las previsibles añagazas del Gobierno, sus socios y los medios que les son afines y siendo conscientes, además, que si algo ha demostrado Pedro Sánchez es que es un especialista en remontadas. Que le pregunten a Susana Díaz, por ejemplo.

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