
Si hay una constante que se repite en todos los países desarrollados es que en todas las convocatorias electorales la economía es tema prioritario de campaña y el elemento fundamental que decide el voto de los electores. Pero esta actitud lógica y marcada por la sensatez está comprobado que hace muchos que ni está ni se espera en Cataluña.
Los resultados del 14-F no dejan lugar a dudas y todo apunta a que el próximo gobierno autonómico va a estar liderado y compuesto en su totalidad o mayoría por los mismos independentistas de ERC y Junts per Cat que en los últimos años han llevado a esta comunidad a perder el liderazgo económico de España, en beneficio de Madrid, y a un deterioro permanente de los servicios públicos, en su nivel de vida y en el Estado de Bienestar.
Los datos, que como el algodón no engañan y no saben de ideologías ni tendencias, muestran como hoy Madrid, con un PIB de 240.130 millones de euros, lidera el ranking de las comunidades autónomas españolas por encima de Cataluña con 236.814 millones. Asimismo, la comunidad capitalina ocupa el primer lugar en PIB per cápita con 35.193 euros, 4.794 euros más que la autonomía catalana.
También los ratios de déficit y deuda reflejan la mejoría de Madrid. En concreto, los últimos datos cerrados muestran como la deuda pública de Madrid, 33.469 millones de euros, el 13,9% de su PIB, es menos de la mitad de los 79.054 millones de euros de Cataluña que suponen el 33,4% de su PIB. Y también duplica Cataluña a Madrid en deuda pública por habitante con 10.380 euros, la mayor de España, en contraste con los 5.028 euros de Madrid o los 4.091 euros de Andalucía. Algo similar a lo que ocurre con el déficit público donde el catalán, 0,62% del PIB, triplica prácticamente el 0,24% del madrileño.
Aquellos que han llevado a la región a perder el liderazgo económico siguen al frente tras el 14-F
Todo esto añadido a la fuga de más de 7.000 empresas de Cataluña desde la intentona golpista del 1-0, que han contribuido al aumento del desempleo en esta comunidad hasta 538.000, el 13,9% de su población activa. 58.000 desempleados más que los registrados en Madrid. Circunstancia esta que se complementa con los datos del último radar de Axesor del pasado mes de enero que muestran como Cataluña es la región donde más capital desinvirtieron las empresas, 909 millones de euros, un 262,2% más que hace un año.
Y todo esto siendo Cataluña la región con los impuestos más altos de España y Madrid la de menor presión fiscal. Los resultados del Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral de 2020 reflejan que los catalanes pagan un 40% más que los madrileños entre IRPF y Patrimonio, un 6,6% más en trasmisiones patrimoniales y un 23,3% en actos jurídicos documentados teniendo en cuenta que en Madrid no se paga el impuesto de Sucesiones y Donaciones. Claro que los madrileños no tienen que pagar los 900 millones de euros anuales que cuesta mantener las llamadas embajadas catalanas en el exterior.
Son los números que cantan más allá de los partidos, los idearios y las tendencias, y que como se lamentaba un destacado dirigente empresarial de Cataluña, al valorar el resultado electoral "lamentablemente todo sigue igual". Amén.