Opinión

Los retos en la cadena de suministro que las vacunas exigen

El Covid también ha revolucionado las cadenas de suministro

El mundo lleva prácticamente un año instalado en la denominada nueva normalidad después de la gigantesca transformación provocada por la repentina e inesperada aparición del Covid19, que ha cambiado drásticamente la vida en nuestro planeta y específicamente ha transformado las cadenas de suministro globales de todos los artículos y sectores.

En estos momentos el objetivo de todos los gobiernos y poderes públicos es el de vacunar al mayor porcentaje posible de sus respectivas poblaciones a la mayor brevedad, para lograr la deseada inmunidad de grupo en cada uno de sus territorios y minimizar el número de nuevas victimas mortales.

Las prioridades iniciales son claras y comunes para todos: En primer lugar vacunar al personal sanitario, por el riesgo intrínseco de su profesión, y posteriormente a las personas de edad más avanzada y grupos de riesgo, para finalizar con el resto.

Sin embargo, dado el corto espacio temporal con el que han contado las farmacéuticas para desarrollar sus vacunas y la presión de la demanda global para disponer de millones de las mismas a la mayor brevedad, estamos en una situación de escasez de suministro (supply) que tensiona todas las cadenas de suministro, impidiendo que haya suficiente cantidad de vacunas para realizar la vacunación con garantías en el corto plazo.

La mejora de la coordinación y la transparencia entre los actores es fundamental

En las citadas cadenas de suministro globales -supply chains en inglés- se van solapando la planificación y la ejecución de actividades y procesos. La excelencia en la primera logra mejores resultados en la segunda, aunque no todo es previsible ni planificable con suficiente antelación, como ha demostrado este último año. Por ello, ahora necesitamos ser agiles y adaptables a un entorno muy cambiante tanto en los parámetros de demanda como de suministro. La resiliencia se ha convertido en una virtud, que necesitamos todos, tanto a nivel personal como a nivel profesional y empresarial.

Para comprender la magnitud del reto, un breve apunte sobre la supply chain global de una vacuna y como es el proceso de esta, que incluye numerosos pasos secuenciales que deben sincronizarse perfectamente, para lograr el éxito final de este proceso. Simplificando y agrupándolos en una secuencia de mínimos, serían estos.

1.- Compra de materiales e ingredientes a los proveedores que los suministran. 2.- Transporte de estos a las plantas de producción de las farmacéuticas. 3.- Producción de las vacunas, con la calidad y requerimientos sanitarios exigidos. 4.- Transporte a almacenes de distribución del propio fabricante o del operador logístico. 5.- Preparación de los pedidos a nivel de país o demanda agregada -al ser una compra central por parte de los distintos gobiernos para la sanidad pública-. 6.- Transporte a los centros logísticos del operador que tiene este proceso subcontratado por parte de dichos gobiernos. 7.- Preparación de pedidos para cada centro receptor de los mismos, según se indique. 8.- Transporte a dichos centros de vacunación, hospitales u otros. 9.- Planificación de vacunaciones con asignación de fechas para primera -y segunda- dosis a ciudadanos, preparación de las dosis y realización de las vacunaciones.

Si, adicionalmente, todos estos procesos deben realizarse manteniendo la temperatura de congelación de -70 grados que requiere alguna de las vacunas, no hace falta ser un experto para imaginar cuantas incidencias logísticas potenciales se pueden dar en toda esta secuencia de pasos interconectados.

Los gobiernos y las empresas deberán seguir tomando decisiones diariamente, escuchando o no el consejo de expertos sanitarios, logísticos u otros, en todo caso pensando siempre en el bien común de la sociedad.

Las cadenas logísticas globales son ahora mucho más complejas que antes, puesto que en las mismas participan un elevado numero de actores, la cantidad de procesos a sincronizar es muy grande y los requerimientos tecnológicos de seguimiento y trazabilidad son de gran exigencia para todos sus participantes.

Para su óptimo funcionamiento, precisan lograr eficiente coordinación entre todos los procesos, que a su vez requiere de una transparente comunicación de los actores. Ello es imposible de lograr sin alcanzar una relación de confianza entre los profesionales participantes, que deberán gestionar dichas comunicaciones de forma exquisita.

Por ello, el desarrollo de este talento profesional se ha convertido en clave para el funcionamiento de dichas cadenas de suministro globales, siendo la pieza más compleja a desarrollar por todos (gobiernos, empresas y personas) en la nueva dinámica global dominada por las nuevas tecnologías y la nueva normalidad.

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