Trabajo y los agentes sociales iniciarán en enero las negociaciones para otorgar una nueva prórroga, tras la acordada en septiembre, a los Ertes ligados a la crisis. Hay ya un acuerdo tácito entre todas las partes sobre la necesidad de extenderlos hasta junio.
Con todo, vuelve a plantearse la posibilidad de que las empresas que se acojan a esta extensión no puedan hacer despidos procedentes, durante seis meses, desde la aprobación del expediente.
Es lógico el recelo que la patronal muestra ya ante esa posibilidad. Las firmas que todavía necesitan recurrir a los Ertes, casi un año después de desatada la pandemia, están en situación crítica. Cerrarles la posibilidad de hacer ajustes de plantilla durante otro semestre equivale a imposibilitar su supervivencia misma.
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