Opinión

El caos económico que afronta la eurozona

Futuro muy oscuro para la eurozona

En la presente semana, hemos visto cómo en Alemania, el índice de referencia DAX llegó a bajar un 4% en tan sólo una sesión. En Francia, el CAC-40 descendió un 3,3%, y está volviendo a los mínimos registrados en la pasada primavera, al inicio de la crisis del Covid.

 Por toda Europa, una caída de la renta variable está empezando a desarrollarse sin que esté claro cuál puede ser su suelo. ¿Pánico? ¿Una reacción exagerada entre algunos operadores nerviosos? No, en realidad no es así. Podemos afirmar que los mercados han notado algo que no muchos analistas y políticos han captado todavía. La eurozona está en el epicentro de la segunda ola de Covid-19. Y el daño económico que eso crea va a ser mucho peor de lo que fue en la primavera.

Podemos pensar, admitámoslo con alguna justificación, que el virus también causa estragos en Reino Unido, y la respuesta política del Ejecutivo del primer ministro Boris Johnson se está mostrando caótica. Pero en realidad, ahora es mucho peor al otro lado del Canal de la Mancha. En Francia, con más de 50.000 infecciones al día, el Covid-19 está completamente fuera de control, y el presidente Emmanuel Macron anunció ya el regreso a un nuevo confinamiento a escala nacional.

En Alemania, un país que en gran parte escapó a la primera oleada, las infecciones están batiendo récords diarios, y la canciller Angela Merkel está cerrando hoy bares y restaurantes. España ya ha sido golpeada duramente, y tiene que responder con confinamientos parciales de territorios y ahora también Italia. Y Europa Central, que como Alemania escapó en primavera, está ahora tan mal como cualquier otro lugar: el Covid-19 está desbocado en Polonia y en la República Checa. Europa está en el epicentro de la segunda ola, y eso que el invierno está todavía por llegar, lo que empeorará la situación.

El coste económico que esto conlleva va a ser muy alto. En realidad, hay tres grandes razones por las que el impacto en la producción y el mercado laboral merece calificarse de aterrador. En primer lugar, Alemania es la locomotora de la zona euro, y aunque navegó durante la primavera con bajos niveles de infección, y sólo con ligeras restricciones, ahora se dirige a un bloqueo total. A medida que los restaurantes y bares se cierren, y las fábricas se detengan, el motor de la economía se cerrará. 

El Banco Central Europeo se ha quedado sin munición desde hace mucho tiempo

Francia, la segunda economía de la zona, va en la misma dirección, mientras que España, la cuarta más grande, ya está en esa posición desde hace semanas. El panorama no podría ser peor. A continuación, las economías periféricas de la zona, incluyendo Grecia, de nuevo España, Portugal e Italia, dependen en gran medida del turismo (18% del PIB de Grecia y 15% en España) para mantenerse a flote. Ahora parece inevitable que haya dos temporadas de vacaciones perdidas en lugar de una sola, como confiábamos antes del verano.

No pasará mucho tiempo antes de que los bares y restaurantes cierren para siempre, y los hoteles no se quedarán atrás. Finalmente, no parece que haya una respuesta política coherente. El Banco Central Europeo se ha quedado sin municiones desde hace mucho tiempo y está por verse qué más estímulos podrá anunciar en su reunión de diciembre. Se ha especulado con que podría recurrir incluso a una nueva reducción de los tipos de interés para dejarlos en negativo, como ocurrió hace ya décadas en Japón, pero es posible que ni siquiera una medida de esta índole sea capaz de paliar una recesión de dimensiones nunca vistas hasta ahora en la economía global.

Por su parte, el sobrevalorado Fondo de Recuperación del Coronavirus lanzado por la UE, también conocido como nuevo Plan Marshall, parece dolorosamente inadecuado dada la magnitud de la tarea. Ninguno de los fondos será liberado hasta el próximo año, pese a que países como España necesitan la llegada de esos recursos con la mayor celeridad posible.

El daño económico de la segunda ola en Europa será mucho peor que el de la primavera

Los responsables políticos están paralizados ante una profunda recesión. ¿El resultado? Toda la economía mundial está siendo golpeada duramente por esta pandemia. Pero la eurozona va a ser la más afectada de todas. Los mercados no están entrando en pánico. Simplemente reflejan la cruda realidad: la zona se dirige hacia un profundo problema, mucho más grave que aquél que presenciamos en la primera oleada del Covid-19.

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