
Una nueva metedura de pata se suma a la larga lista protagonizada por el primer ministro británico. Boris Johnson tuvo que disculparse después de explicar erróneamente las restricciones del coronavirus impuestas por su propio gobierno, un traspiés que alimentará las crecientes críticas a su respuesta a la pandemia.
"Disculpas, hablé mal hoy", dijo el premier en Twitter. Era la tercera vez en tres horas que los portavoces del Gobierno se liaban al explicar las reglas que se introducirían desde la medianoche del martes para combatir la enfermedad en el noreste de Inglaterra.
El error, sobre dónde y cuándo la gente puede socializar, probablemente alimente una revuelta en la bancada de Johnson, que está molesta con que los ministros hayan impuesto restricciones y sanciones relativas al coronavirus por decreto, sin un debate en el Parlamento primero.
El martes a primera hora, la secretaria de Estado de Formación Profesional, Gillian Keegan, admitió que no sabía qué restricciones se habían anunciado durante una entrevista de radio, mientras que el portavoz de Johnson, James Slack, dijo a los periodistas en una llamada que los detalles se darían a conocer más adelante.
Cuando se le preguntó al propio primer ministro si la gente del noreste podía socializar con otros hogares, sugirió que sí, en grupos de no más de seis personas. "En el noreste o en otras áreas donde se han adoptado medidas más estrictas, deben seguir las recomendaciones de las autoridades locales, pero son seis en una casa, o seis en establecimientos, pero según tengo entendido, no seis afuera, en la calle, esa es la situación allí", dijo Johnson.
Más tarde tuiteó: "Disculpas, me equivoqué hoy. En el noreste, las nuevas reglas significan que no podrán reunirse con personas de diferentes hogares en entornos cerrados, incluidos pubs, restaurantes y su hogar. También deberían evitar socializar con otras personas en el exterior".
Apologies, I misspoke today.
— Boris Johnson (@BorisJohnson) September 29, 2020
In the North East, new rules mean you cannot meet people from different households in social settings indoors, including in pubs, restaurants and your home. You should also avoid socialising with other households outside. (1/2)
El error del primer ministro difícilmente podría haber ocurrido en un momento más delicado. Se enfrenta a una rebelión dentro de su propio partido por la imposición de nuevas restricciones contra el coronavirus sin una votación en el Parlamento, y el hecho de que no pudiera explicar las propias reglas que él mismo había decretado impulsará a sus oponentes antes de una posible votación el miércoles.
Están en marcha conversaciones sobre un posible compromiso entre el gobierno y los rebeldes, que incluyen a 80 diputados de su partido, según estimaciones de los cabecillas de la revuelta, y que serían suficientes para propinar a Johnson la primera derrota parlamentaria desde su victoria electoral. Sin embargo, aún no se ha anunciado ningún acuerdo.
Para aumentar la presión por un compromiso, Bernard Jenkin, presidente del comité de enlace, el grupo que representa a todos los comités del Parlamento, escribió a Johnson diciendo que se debería consultar adecuadamente a los legisladores.
"La idea de que tales restricciones se puedan aplicar sin la aprobación parlamentaria expresa, excepto en casos de extrema emergencia, no es ampliamente aceptable y, de hecho, puede ser impugnada por la ley", escribió Jenkin. "Confiamos en que el Gobierno aceptará una enmienda adecuada o acordará una moción a tal efecto, a la mayor brevedad posible durante el debate del miércoles o antes".
En términos más generales, Johnson se enfrenta a preguntas sobre la competencia de su administración. Los miembros conservadores del Parlamento están cada vez más descontentos con su liderazgo y se quejan de que ya ha cometido demasiados errores.
En su aparición en Exeter, en el suroeste de Inglaterra, Johnson rechazó las preguntas de los medios sobre su salud y dijo que estaba más en forma que antes de contraer el coronavirus en marzo.