El lógico temor en las empresas

En el día posterior al 10-N, el Ibex se mostró plano. Su leve caída, 0,06 por ciento, evidencia hasta qué punto el mercado descontaba que las elecciones desembocarían en una mayor fragmentación del Parlamento. Por ello, al igual que en meses anteriores, la bolsa sigue más pendiente de la evolución de otros factores de mayor impacto internacional como la guerra comercial o el Brexit.

Sin embargo, la tranquilidad en el parqué no debe llevar a la falsa conclusión de que el mundo económico español es indiferente a lo ocurrido el domingo. Fue entonces cuando el presidente Sánchez respondió con un "esta vez sí o sí" a los militantes que le conminaban a pactar con Podemos. Todas las patronales consultadas por elEconomista manifiestan su inquietud ante esa coalición, con independencia del sector al que pertenecen. No puede extrañar esa unanimidad. La empresa es, desde siempre, el objetivo predilecto de Podemos y es conocido su afán por castigarlas en los dos frentes en que son más vulnerables: fiscalidad (con endurecimientos en Sociedades, tasas específicas a la banca y a las operaciones financieras, más IRPF para los directivos...) y mercado de trabajo (suspensión de la reforma laboral, alza de costes salariales...).

Pese a la tranquilidad en bolsa, las patronales ya expresan su temor a los nocivos efectos de un pacto PSOE-Podemos

Pero la preocupación de las empresas es mucho más amplia ya que advierten del lastre que toda la economía sufrirá si sigue al alza el gasto público y se descuida el resurgir de viejos problemas como el desequilibrio presupuestario o el déficit exterior. En unas condiciones así, precisamente aquéllas que abona un pacto PSOE-Podemos, no existen compañías que puedan invertir ni crear empleo, y eso sólo ahondará la desaceleración que el PIB español ya presenta.