
El verano está a la vuelta de la esquina y ya son muchos los que están acondicionando sus terrazas o parcelas. Una parte de la casa donde la piscina juega un papel protagonista. Quizá la mejor opción siempre sea una piscina de obra, pero en ocasiones no se tiene el presupuesto o el espacio necesario. Así, ManoMano.es explica a continuación que otras opciones ofrece el mercado.
Qué diferencia hay entre una piscina de obra y otra de plástico
La piscina tradicional de obra, cuyo vaso, ya sea de obra o prefabricado, está enterrado en un hueco en el suelo. Por su parte, las piscinas elevadas se colocan, por definición, sobre el suelo, en el que no es necesario hacer un hueco. Este suelo debe ser completamente estable para soportar tanto la piscina como su peso una vez llena. En todo caso, hay que pensar que una piscina elevada también puede ser de obra, aunque las separamos así para mayor claridad.
Qué tipo de piscinas elevadas hay
Las piscinas elevadas pueden ser de diversos materiales, siendo los principales para la estructura el acero, el PVC y la madera. Las piscinas elevadas tubulares cuentan con una estructura de tubos que sostiene todo el conjunto, el vaso, fabricado en distintos materiales y el interior o liner que es de material plástico. Las hay desmontables, que se pueden guardar desmontadas una vez acabada la temporada, y otras que se pueden dejar fijas y tapadas con una cubierta todo el año. Por último, existen piscinas hinchables, de diversos tamaños, hasta llegar a las pequeñas piscinas infantiles que sirven para que los más pequeños de la casa jueguen, a remojo.
Qué diferencias de precio hay entre las piscinas de obra y las elevadas
El precio medio de una piscina de obra varía entre los 12.000 y 15.000 euros, pero las hay también por menos de 3.000 euros. Las piscinas tubulares de PVC varían desde los 100-200 euros hasta 2000-2500 euros, dependiendo del tamaño y el material de revestimiento.
¿El mantenimiento de las piscinas elevadas es el mismo que las de obra?
Una piscina elevada necesita mantenimiento, al igual que una piscina de obra, puesto que el agua debe mantenerse limpia y en perfecto estado durante toda la temporada. Generalmente una piscina elevada suele incluir un filtro de cartucho, de arena, o de diatomeas, y si no, debe comprarse aparte, o bien incluye un kit completo de filtración, con bomba incluida, para que el agua se mantenga siempre limpia.
Cómo debe ser ese mantenimiento
Además del equipo de filtración, conviene disponer de accesorios como un limpiafondos (dependiendo del tamaño de la piscina), o un simple recogehojas para evitar que el agua se ensucie. En todo caso, hay que controlar los niveles de ph y de cloro en la piscina, para lo que conviene analizar periódicamente el agua para saber si conviene añadir cloro (que debe mantenerse entre 0,5 y 1,5 mg/l. o un producto nivelador del ph (cuyo nivel óptimo suele oscilar entre el 7 y 7,5). Si el agua se ensucia, también puede ser necesario aportar un producto clarificante, o floculante, o un alguicida, en el caso de que aparezcan algas.
¿Cada cuánto hay que cambiar el agua en las piscinas de plástico?
El agua de una piscina de PVC se puede conservar durante toda la temporada siempre que, como se ha indicado más arriba, se mantenga en condiciones óptimas.
Cuánto dura una piscina de plástico
Una piscina prefabricada elevada de PVC puede conservarse en perfecto estado durante años, siempre que se conserve debidamente desmontada, o se mantenga montada, bien tapada y resguardada de las inclemencias climáticas. La mayoría de los fabricantes ofrecen garantías superiores a la legal de 2 años, y en el caso de las piscinas de acero de hasta 4 años.
¿Se recomienda desmontar y guardar la piscina durante los meses de invierno?
Una piscina de PVC conviene desmontarla, puesto que no es tan resistente en el exterior, como las de otros materiales, así como las que están revestidas por el exterior, con madera, por ejemplo.
¿Se pueden climatizar estas piscinas?
Una piscina elevada de PVC puede climatizarse como una piscina de obra, puesto que se puede instalar una bomba de calor para mantener la temperatura adecuada para tomar un baño, incluso en momentos en los que refresca al principio o al final de la temporada. También se puede utilizar un calentador solar que, aprovechando la radiación del sol, puede calentar el agua varios grados en unas pocas horas. Se aconseja, además, cubrir la piscina con una lona aislante para retener la temperatura generada gracias al calentador.
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