
Llevamos un año notando cómo términos como las mascarillas, pandemia, vacuna o cepa se han metido de lleno en nuestras vidas. También, en paralelo, un deseo que va creciendo en el interior de todo el mundo: ¿cuándo se podrá volver a la normalidad tras meses y meses luchando contra el coronavirus?
Vicente Larraga, parasitólogo y miembro del equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que está desarrollando una de las tres vacunas de la entidad contra el covid-19, cree que pasado el verano se podría recuperar la tan ansiada normalidad: "Lo lógico es que la pandemia disminuya mucho a partir de este verano, y que en España esté prácticamente terminada a finales de 2021. Eso sería lo normal. Yo diría que podremos volver a nuestra vida normal el próximo otoño".
"Para otoño debería haber un número elevado de personas protegidas y entonces el virus a la fuerza irá decayendo. Además, aunque surjan nuevas cepas, la enfermedad tiende a atenuarse. Ha sucedido en todas las epidemias a lo largo de la historia", insiste en una entrevista al CSIC el investigador, que no obstante informa de que la enfermedad continuará entre nosotros hasta dentro de dos o tres años.
Las palabras de Larraga van en la misma línea que las de Margarita del Val, colega en el CSIC y una de las voces estatales más escuchadas en pandemia, que aseguró que a partir de verano las cosas se iban a ver "de otra manera".
A pesar de todo, Larraga explica que será clave acelerar en el plan de vacunación: "Estamos teniendo algunos problemas con la vacunación, deberíamos ir más deprisa". En este sentido, un dato invita a la esperanza: España ha triplicado en un mes su capacidad de vacunación a pesar de los retrasos en la llegada de las dosis y ya es capaz de administrar 150.000 dosis diarias. A mediados de febrero nuestro país ya se colocaba a la cabeza de la inmunización en Europa.
La influencia de las nuevas variantes en el devenir de la pandemia en los próximos meses también son objeto de debate. En la opinión de Larraga, la vacuna debería contrarrestar sin problemas los contagios aunque se vaya hacia una proponderancia de la variante británica, aunque se desconoce todavía si la eficacia de las vacunas (aunque se las tenga que someter a pequeñas innovaciones) es la misma frente a las cepas sudafricana y brasileña.
En lo que concierne a la vacuna en la que está trabajando, Larraga destaca que son dos las novedades que presenta respecto al resto: que se puede conservar a temperatura ambiente y que, al estar basada en ADN sintético, se puede rehacer de forma más rápida en caso de que se necesite modificar por alguna nueva variante.
El experto ve con esperanza el desarrollo de la vacuna, que ahora mismo se encuentra en la fase preclínica de ensayos con alemanes, y podría estar preparada "a finales de año" si se cumplen los plazos previstos.