
Conducir bajo los efectos del alcohol es uno de los mayores riesgos al volante. Además de poner en peligro la vida propia y la del resto de usuarios, puede acarrear multas graves. Por eso, siempre se deben buscar alternativas más seguras para volver a casa tras una noche de fiesta. Llamar a un taxi, usar transporte público o incluso caminar es una decisión responsable, aunque a veces puede no ser tan sencillo como parece.
Hace algunos meses, un hombre italiano acudió a una discoteca en la Riviera de Liguria, y cuando salió del establecimiento se dio cuenta de que había bebido demasiado. Por eso, decidió dejar el coche aparcado para evitar sustos en la carretera. Comenzó a andar de vuelta a casa, pero inesperadamente recibió una multa por parte de las autoridades.
Los hechos
Tal y como cuentan desde el diario Today, rondaban las 02:30 de la madrugada cuando una patrulla de policía le vió haciendo autostop en la carretera que conecta Cavi di Lavagna y Chiavari, dos localidades de Génova, Italia. Según el informe policial, el hombre presentaba "dificultad para caminar erguido, ojos rojos y dificultad para hablar".
Aunque no estaba conduciendo, los agentes le impusieron una multa. La clave está en que el artículo 688 del Código Penal en Italia castiga con multa a quien, en un lugar público o abierto al público, "sea sorprendido en estado de embriaguez manifiesta". La sanción va desde los 51 hasta los 309 euros, y en este caso la cuantía fue de 102 euros. Según el informe policial, el hombre se negó a firmar el atestado, aunque tendrá que pagar de todas formas.
Qué pasaría en España
En España está prohibido beber en la vía pública, algo que sí se permite en Italia. Sin embargo, si revisamos las leyes españolas podemos decir que el hecho de estar borracho en la calle no constituye en sí mismo una infracción penal. Eso sí, la DGT aclara que si un peatón está implicado en un accidente, está obligado a realizar una prueba de alcoholemia.