
La frontera entre la chatarra y el oro es en muchos casos una fina línea difícil de detectar. En el mundo del coleccionismo automovilístico, un coche abandonado durante décadas puede pasar a ser una pieza de museo en apenas unas horas. Es más, mientras algunos vehículos cogen polvo, hay miles de apasionados del motor que sueñan con encontrarse con ellos para darles una segunda vida o ponerlos a la venta y sacar miles de euros.
En este sentido, uno de los descubrimientos más llamativos y recientes es el de un Porsche 356 de 1995, el primer modelo que llevó el nombre de la marca. Se trata de un vehículo histórico que estableció la base para todos los deportivos de la empresa y se convirtió en un referente del automovilismo. Tener un Porsche 356 era tener un tesoro, y por eso hay algunos que se han guardado como tal hasta la actualidad.
Recuperado de un granero
El dueño, un hombre estadounidense, se hizo con él en 1955, y lo ha conservado desde entonces, tal y como aseguran desde Autoevolution. Los primeros años, el vehículo tuvo cierto recorrido. Sin embargo, en 1962 y tras 96.561 kilómetros en el odómetro, el propietario decidió aparcarlo en el granero de su casa. Por suerte, el coche no estuvo expuesto al frío y la lluvia, y a pesar de haber estado más de 60 años inutilizado, no estaba demasiado deteriorado.
European Collectibles, una empresa que se dedica a la restauración de vehículos históricos, se enteró de la existencia de este Porsche 356 y sus expertos viajaron hasta la casa del propietario para hacerse con él. Cuando lo llevaron a su taller, tomaron la decisión de no iniciar la restauración y en su lugar conservar los componentes originales. Aunque algunos elementos estaban desgastados, se limitaron a reemplazar los que estaban en peor estado.
Pudieron mantener la carrocería de fábrica, algo que se puede comprobar gracias a las marcas originales del sello. En cuanto a la pintura, era una mezcla de la original y un repintado de concesionario. Menos suerte tuvo el interior, ya que por culpa del paso de los años fue necesario cambiar las alfombrillas y la funda de los asientos. Eso sí, el tablero, el volante y los indicadores son originales.
Vendido a precio récord
La mejor noticia llegó al revisar el motor: era una unidad con números coincidentes a los originales. Solo hicieron falta unos nuevos anillos de pistón y la sustitución de algunos componentes auxiliares para dejarlo como nuevo. Por otro lado, la caja de cambios se reconstruyó. Con todo esto, consiguieron un clásico de gran originalidad con algunas reconstrucciones.
Fue puesto a subasta en el Silverstone Festival 2025, un evento masivo de automovilismo histórico. Su precio final fue de 393.750 libras, que vendría a ser algo más de 450.000 euros. De esta forma, se convirtió en el Porsche 356 más caro jamás vendido en subasta.