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Los cuatro olores del coche que ningún conductor debería subestimar: identificarlos puede evitar averías graves

Mal olor en el coche | Alamy

Los vehículos modernos tienen cada vez más sensores y herramientas que sirven para detectar automáticamente una avería potencial en el sistema y anticiparse a cualquier susto al volante. De hecho, lo más normal es que se encienda un testigo para avisar al conductor de que una pieza se está desgastando o ha fallado. A pesar de esto, no todas las señales de alerta llegan en forma de luz en el salpicadero del coche.

Para detectar un problema a tiempo es importante que el conductor entienda qué está pasando en su coche. En este sentido, prestar atención a cada detalle por mínimo que parezca puede ser fundamental para evitar una visita inesperada al mecánico, ya que los vehículos transmiten información sobre su estado a través de ruidos, vibraciones e incluso olores.

Olores que no se deben ignorar

Es inevitable que dentro del coche aparezcan ciertos olores, ya sean del ambientador, del aire que entra por los conductos de ventilación o aromas generados por la propia climatización. Pero en la otra cara de la moneda, hay ocasiones en las que entrar al vehículo y notar que huele extraño es una señal de que algo está fallando. Desde el diario Los Andes han resaltado los cuatro olores que no se deben ignorar.

El primero de ellos es el olor a plástico quemado. Normalmente es un hedor provocado porque las correas se recalientan, aunque también puede ser que haya partes de goma que están en contacto con superficies calientes o incluso que los neumáticos rocen con el chasis. Si no se revisa el origen del olor, es posible que con el paso del tiempo se rompan algunas piezas esenciales del sistema.

Otro de los olores más comunes es el de huevo podrido, que se relaciona con los fallos del catalizador, un componente del vehículo que se encarga de transformar gases contaminantes. Si esta pieza deja de funcionar correctamente, libera sulfuro de hidrógeno, que más allá de emitir un olor degradable, es una alerta de que el sistema de escape necesita un mantenimiento.

Más señales de avería

Una situación muy común al volante es notar que el interior del vehículo huele a gasolina. Pues bien, aunque muchos conductores creen que es normal, la realidad es que puede ser sinónimo de fugas en el sistema de inyección. También puede deberse a un problema en el sistema de escape, el depósito o el filtro de gasolina, pero en cualquier caso es necesario acudir a un experto para evitar sustos.

Por último, hay algunos casos en los que un ligero olor dulce invade el interior del coche. A pesar de que no es desagradable, también es mala señal, ya que suele estar relacionado con una pérdida de líquido refrigerante y, por lo tanto, un fallo potencial en el motor. Por si fuera poco, respirarlo puede ser dañino para la salud. En definitiva, aunque no cualquier olor es señal de avería, sí que se pueden anticipar fallos prestando atención a este tipo de señales.

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