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Tenía mi Tesla Cybertruck en control de crucero a 130 km/h y una patrulla de la policía me multó por ir a 143 km/h

El Tesla Cybertruck circula por una concurrida autopista de California bajo un cielo azul claro| Fuente: iStock

"Me dieron una multa de super-speeder en Georgia. El oficial de la patrulla estatal dijo que iba a 143 km/h cuando mi Tesla Cybertruck estaba en control estaba en control de crucero a 130 km/h. Ahora, corro el riesgo de perder mi carnet de conducir", afirma Brantley May en una publicación de Facebook.

Imagina conducir un Tesla Cybertruck en una carretera interestatal rural en Georgia y tener el control de crucero configurado a 130 km/h. Sin embargo, el límite de velocidad permitido es de 112 km/h.

Ves a un coche patrulla delante de ti que va a la misma velocidad que tú y te detiene después de que este se haya detenido previamente en el lado derecho para dejarte pasar.

Ahora, el oficial de la patrulla estatal te dice que ibas a 143 km/h y te da una multa de super-speeder, que se da a cualquiera que rebase los 136 km/h. Además, y a pesar de lo que pusiese en el control de crucero, corres el riesgo de perder tu licencia si no abona la multa y la sanción adicional.

La duda que surge ahora es: ¿estaba funcionando mal el radar del oficial de patrulla, o se trató de un caso de un Tesla Cybertruck que fue atacado injustamente por la patrulla estatal de Georgia?

Según afirma el propio Brantley, el 'sólo' iba a 130 km/h después de haber realizado el cálculo de la velocidad a la que conducía gracias a las cámaras de su vehículo.

En Georgia, el límite de velocidad en las autopistas rurales es de 112 km/h, en las urbanas o divididas de varios carriles baja a 104 km/h y en el resto de vías se sitúa en 88 km/h.

Brantley circulaba en su Tesla Cybertruck por una interestatal rural, donde debía respetar los 112 km/h. Él reconoce ir 19 km/h por encima del límite, pero asegura que su velocidad real era de 143 km/h.

Ahora bien, ¿en qué consiste la multa por super-speeder? Pues bien, se trata de un recargo fijo de 200 dólares que se suma a la sanción ordinaria y a los costes judiciales. Se aplica a quienes superan los 120 km/h en carreteras de dos carriles o los 136 km/h en cualquier otra vía.

La clave ahora está en revisar la calibración del radar y la documentación del agente. Si la medición fue incorrecta, Brantley tiene argumentos sólidos para recurrir la multa.

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