Sensores, radares y cámaras envuelven el exterior de los vehículos modernos para ayudarnos a conducir, pero ahora también tienen cámaras en el habitáculo que nos controlan a nosotros.
En 2021 la Unión Europea estimaba que hasta 2038 los nuevos dispositivos de seguridad que se irán incorporando a los vehículos permitirán salvar hasta 25.000 vidas y ayudarán a evitar hasta 140.000 accidentes con consecuencias graves y eso se conseguirá con más tecnología. Algunos de esos dispositivos que llevarán nuestros coches en 2038 posiblemente ahora ni siquiera se nos han ocurrido, pero otros ya están presentes en nuestros vehículos. Cámaras e Inteligencia Artificial (IA) forman un binomio para la seguridad al volante al que no se le escapa nada.
El coche arrancará al ver tu cara
El reconocimiento facial será primordial, como ya lo es con nuestros smartphones, tanto para abrir el coche como para arrancarlo. A partir de ese momento todos los sistemas, reglajes y preferencias de cada conductor-usuario, como temperatura más habitual, música o destinos frecuentes se configurarán automáticamente.
Como esos datos biométricos y de preferencias estarán almacenados en la nube, en caso de que el conductor se ponga al volante de otro vehículo equipado con este sistema de reconocimiento, ajustará todos esos parámetros al nuevo coche, aunque no se haya puesto al volante nunca. De la misma forma esa información servirá para conocer en todo momento nuestro estado de atención, que también puede verse influenciado por una pequeña enfermedad como un catarro, o por el simple hecho de encontrarnos al volante de un vehículo diferente.
Si te distraes o te duermes tu coche te avisa
Este tipo de dispositivos ya se utilizan desde hace años y son cada vez más evidentes e insistentes en los coches más recientes, especialmente en los chinos que no permiten que apartes la vista de la carretera ni un segundo, momento en el que emiten un suave aviso sonoro. Una cámara situada en la columna de la dirección, justo detrás del volante detecta las distracciones, microsueños o falta de atención del conductor.
Antes la manera de descubrir que nos estábamos distrayendo o durmiendo al volante se basaba en la conducción errática, con volantazos, acelerones o frenadas más frecuentes y cambios de ritmo constantes en la velocidad. Ahora ya son las cámaras con IA las que detectan esa falta de atención de manera instantánea con tan solo analizar el ritmo de nuestro parpadeo.
Los pasajeros también bajo vigilancia
Ninguno de los ocupantes de un coche va a escapar a la vigilancia de las cámaras en los próximos años. Una correcta postura en el asiento, con el cinturón de seguridad bien colocado, los SRI en el sitio donde deben estar y bien anclados y la ausencia de objetos que obstaculicen la actuación de otros sistemas de seguridad como los airbags, serán detectados por estas cámaras "inteligentes" y nos avisarán.
De la misma forma serán una ayuda inestimable para evitar algunos terribles despistes, como dejar a los niños olvidados en su sillita dentro del coche o a nuestras mascotas, accidentes que desgraciadamente ocurren.