Valencia
El fabricante de coches estadounidense Ford vuelve a aplicar la tijera en Europa ante la situación de su división en el continente, que no lograr dar un giro a la caída de su negocio y la escasa rentabilidad. La multinacional acaba de anunciar un nuevo plan de ajuste que supondrá la salida de 4.000 empleados en Europa, aunque en las medidas no se incluye a España, donde su factoría de Almussafes ya está acometiendo su propio recorte.
La propia compañía explica que ha decidido plantear este nuevo plan de restructuración ante la "salud" de su división en Europa, que "ha incurrido en pérdidas significativas en los últimos años", y donde además la transformación de la industria hacia el vehículo eléctrico no acaba de arrancar y ha supuesto la entrada de nuevos competidores muy agresivos.
Una decisión que se produce además después de la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos, que ya fue uno de los factores que en el pasado llevó a Ford a apostar por reducir su peso en otros mercados internacionales.
La marca norteamericana planea reducir su plantilla europea en 4.000 puestos para fines de 2027, aunque aún deberá negociar esas salidas con sus sindicatos. Los recortes de empleo "afectan principalmente a las operaciones en Alemania, pero también al Reino Unido", ha señalado Ford, que explica que en otros mercados europeos los ajustes serán mínimos.
En el caso de Alemania el motivo del ajuste es claro: la débil situación económica y una demanda menor a la esperada de vehículos eléctricos. Hasta el punto que el fabricante ha anunciado que reducirá aún más el programa de producción para los nuevos Explorer y Capri en su planta de Colonia en el primer trimestre de 2025.
Precisamente su planta española de Almussafes (Valencia) no fabrica ningún modelo 100% eléctrico, aunque ha sufrido una fuerte reducción de actividad porque sólo mantiene un modelo, el Kuga, a la espera de un nuevo híbrido para 2027 que ya le ha llevado a acometer varios recortes de plantilla, el último este mismo año de más de 600 personas. A ello se suma ahora los efectos de la DANA en Valencia, que ha reducido su actividad por los daños en proveedores.
Llamamiento a los políticos
Precisamente Ford lanzó un aviso urgente a "los responsables políticos, los sindicatos y los socios sociales en Europa" ante la situación de la industria del motor. En una carta al gobierno alemán, John Lawler, vicepresidente y director financiero de Ford Motor Company, destacó la necesidad de un compromiso conjunto de todas las partes para mejorar las condiciones del mercado y garantizar el futuro de la industria.
"Lo que nos falta en Europa y Alemania es una agenda política clara e inequívoca para avanzar en la movilidad eléctrica, como inversiones públicas en infraestructura de recarga, incentivos significativos para ayudar a los consumidores a realizar la transición a vehículos eléctricos, mejorar la competitividad de costes para los fabricantes y una mayor flexibilidad para cumplir con los objetivos de cumplimiento de CO2", dijo Lawler.
Ford ha comprometido una inversión de 2.000 millones para transformar su planta de Colonia en Alemania en una factoría de vehículos eléctricos, después de decidir desprenderse de su otra factoría histórica en ese país, la de Saarlouis.