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Así será la Zona de Bajas Emisiones de Mérida: habrá una ZBE permanente y otra flexible y cámaras para el control de acceso

Vista aérea de Mérida. Foto: Dreamstime.

Desde 2023 es obligatorio que las ciudades con más de 50.000 habitantes tengan implementada una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para limitar la circulación a los coches más contaminantes. El Gobierno, en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), fijó un periodo de 18 meses para que las 151 ciudades afectadas se adaptaran a la ordenanza y apenas 15 la han habilitado. No obstante, el Ayuntamiento de Mérida ya ha dado un paso más para su instalación.

El consistorio extremeño ha sacado a licitación el proyecto de acceso a las calles con plataforma única por más de dos millones de euros y se han desvelado algunos detalles de cómo será su funcionamiento. El presupuesto asciende a 2,3 millones de euros IVA incluido, que serán financiados, en parte por la Unión Europea con cargo a los fondos Next Generation EU, y por fondos municipales.

Según detalla el Ayuntamiento emeritense, este contrato de licitación se divide en tres lotes: el primero de ellos recoge la implantación de cámaras de control de acceso a dichas zonas por lectura de matrículas, así como todo el sistema de fibra óptica software y toda la red de comunicaciones por un importe de 1,6 millones de euros.

El segundo lote asciende a 404.746 euros y comprende la instalación de una red de comunicaciones IoT basada en tecnología inalámbrica mediante LoRa y GPRS para proporcionar conectividad a los sensores medioambientales, la gestión de aparcamientos, el control de velocidades y la instalación de pantallas LED en la ZBE.

El tercer y último lote del contrato contempla el suministro, instalación e implantación de la digitalización de las marquesinas de transporte público con un presupuesto de licitación de 283.050 euros.

¿Cómo será la ZBE de Mérida?

Por el momento se desconoce el perímetro que tendrá esta Zona de Bajas Emisiones, pero el consistorio ha explicado que se dividirá en dos partes, por un lado habrá una zona "permanente" y por otro lado, una zona "flexible". En la primera de las ZBE existirán restricciones a la circulación de manera permanente, por lo que para ingresar en ella serán obligatorias las pegatinas medioambientales de la DGT, así como otro tipo de restricciones que establezca la Ordenanza municipal. Finalmente, en la ZBE flexible se producirán restricciones al tráfico temporales en caso de existir un episodio de contaminación. En este escenario se limitará por ejemplo la velocidad de los vehículos y será incluso obligatorio llevar el distintivo ambiental para poder ingresar. En caso de empeoramiento de la calidad del aire se excluirán determinados distintivos de la circulación de manera temporal.
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