
La firma de subastas RM Sotheby's pondrá a la venta una unidad del Aston Martin Valkyrie, un coche de carreras, un Fórmula 1 carrozado con mil caballos no homologado para carretera del que se hicieron 40 unidades.
Aston Martin es sin duda una de las marcas legendarias del automóvil que ha firmado algunos de los modelos más bonitos, elegantes y deportivos de la historia. Aquellos deportivos de los años 20 que competían en Le Mans o el coche de James Bond son solo algunos ejemplos más conocidos de la historia de una marca legendaria que ya ha cumplido cien años de vida.
Pero es una marca muy exclusiva, con una producción muy limitada a lo largo de su historia, lo que hace que sean modelos muy buscados por los mejores coleccionistas. En cada nueva subasta de Sotheby's o Bonhams siempre aparece algún DB4 o DB5, por no hablar de los rarísimos DB2 y eso atrae a muchos expertos del coche clásico. Coches por los que se paga a partir de medio millón de euros.

Ahora, RM Sothebys sacará a subasta próximamente un coche igual de exclusivo que los DB4 pero muy moderno. Se trata del Valkyrie, un deportivo impresionante, un Formula 1 carrozado fruto de su gran experiencia en el mundial de F1. Un coche con una producción muy limitada, vendidos todos por encargo antes incluso de su lanzamiento, en 2022.
Chasis número 8
El que ahora llega a la subasta es la unidad con el chasis número 8. Un coche que solo tiene unos pocos kilómetros hechos por el dueño original cuando le entregaron el coche los responsables de la marca, en el circuito de Dubai.
Por si esto no fuera bastante exclusividad, no se trata de una unidad más del deportivo de Aston Martin sino que corresponde a la versión más radical del modelo, conocida como Valkyrie AMR Pro, de la que solo se hicieron 40 unidades. Con ello, este vehículo se ha convertido en el Aston Martin más potente, deportivo y radical de los más de 100 años de historia de la compañía británica.
Aston Martin ha experimentado un profundo cambio en su filosofía de producto con la llegada al frente de la empresa de Lawrence Stroll, ofreciendo ahora una amplia oferta de producto, un tipo de coche muy deportivo y excitante. Y sin duda este Valkyrie es un buen ejemplo con un vehículo de tipo hypercar enfocado a su uso en circuito.
Esta versión Valkyrie AMR Pro está basada en un chasis específico, 38 cm más corto y también más ancho (9,5 cm delante y 11,5 detrás). Eso unido a una aerodinámica optimizada permite una fuerza aerodinámica del doble que la versión de carretera del Valkyrie. Eso también permite una mejora de la aceleración lateral hasta alcanzar los 3g.

Por otra parte, para conseguir reducir su peso se han tomado decisiones importantes y muy radicales. Por un lado eliminar el sistema híbrido que incluye el coche de carretera, lo que unido al empleo de materiales ultraligeros han supuesto una reducción de 150 kg. Profusión de uso de fibra de carbono hasta en las suspensiones, empleo de un material plástico para el parabrisas o los cristales laterales.
Otro punto clave de este modelo es su motor, un impresionante V12 firmado por Cosworth, un propulsor atmosférico de 6,5 litros que desarrolla más de mil caballos. Sin duda el aspecto clave de este propulsor es que puede girar hasta 11.000 rpm, un valor imposible en cualquier otro coche que se pueda comprar actualmente.
Exclusividad
Es una palabra que siempre va asociada con Aston Martin, pero mucho más aún en el caso del Valkyrie. La marca hizo solo dos prototipos de desarrollo y, como les decía antes, otras 40 unidades de la variante AMR Pro, la más radical. Las cifras del modelo se completan con 150 unidades de la versión Coupé y otras 85 de la variante Spyder sin techo.
Para que se hagan una idea de lo que es este coche y de sus capacidades, el coche ganador de las 8 Horas de Bahrein en 2022 fue el Toyota GR010 Hybrid que marcó su mejor vuelta con 1m50s125. En ese mismo circuito, el Valkyrie AMR Pro logró marcar de forma bastante cómoda tiempos de 1m48s. Es decir, dos segundos más rápido que el coche ganador de la carrera. Eso si, el Toyota tenía que cumplir un estricto reglamento de competición, mientras que el Aston Martin no tuvo esas limitaciones.