
Una de las compañías valencianas de referencia en el desarrollo de tecnología para el sector energético, Power Electronics, ha desencadenado una tormenta política al desvelar que el anuncio de la creación de una gran alianza valenciana para fabricar baterías eléctricas fue una argucia política de la Generalitat de Ximo Puig para captar proyectos de grandes fabricantes de coches europeos, como finalmente ocurrió con la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunto.
La Alianza Valenciana de Baterías, que apadrinó e impulso el anterior presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y que lideraba la propia Power Electronics, se anunció por todo lo alto en febrero de 2021. En ese momento y al calor de los fondos Next Generation varias comunidades autónomas pujaban por atraer las gigafactorías de baterías para el coche eléctrico.
En el caso valenciano, su principal baza, Ford, se mostraba dubitativa ante la reestructuración que el fabricante americano estaba realizando en Europa y el papel que podría tener Almussafes en el futuro.
Fue en ese contexto cuando desde la Generalitat recurrió a Power Electronics, que fabrica equipos de potencia para renovables y almacenamiento energético, además de estaciones de recargas de coches eléctricos, como el pilar central de esa alianza junto a otras 22 empresas y centros tecnológicos.
El propio Ximo Puig presentó un proyecto que según sus palabras entonces contemplaba una inversión de 2.000 millones de euros y la creación de 30.000 empleos, con los que aspiraba a posicionarse para conseguir fondos Next Generation EU en plena carrera de proyectos y cuando también es cierto que aún no estaba claro el proceso con el que se iban a repartir el dinero de Europa.
En aquel acto, el CEO de Power Electronics, David Salvo, llegó a asegurar que "esta propuesta es la más ambiciosa de todas las que se han presentado hasta la fecha en Europa", según recoge el comunicado que envió entonces su propia empresa.
El CEO de Power, David Salvo, reconoció este martes que ese proyecto para desarrollar una macroplanta de baterías para almacenamiento energético "fue una escenificación" en connivencia con la Generalitat Valenciana, en aquel gobernada por Ximo Puig. Según Salvo, "el objetivo no era que Power Electronics consiguiera montar una gigafactoría, sino que se ubicara una gigafactoría de baterías en la Comunidad Valenciana", según recoge La Vanguardia y otros medios.
Tras desvelar que la alianza se uso como un cebo que después sirvió para dar consistencia al desembarco de Volkswagen, Salvo descartó que Power Electronics vaya a construir una gigafactoría para almacenamiento en la región, con lo que también desmontó esa alianza original. El grupo valenciano que factura más de 600 millones de euros, anunció recientemente una inversión de 300 millones de dólares para una macrofábrica en Estados Unidos, su mayor mercado actual, para producir equipos para renovables y la carga de coches eléctricos.
Debate político
Sus palabras han sorprendido y desatado las reacciones de los partidos políticos valencianos, ante lo que fue uno de los anuncios estrella de Puig pero que, según la versión de la empresa, no se sostenía en un proyecto de inversión concreto ni presupuestado.
El propio Puig aseguró hoya ante las preguntas de los periodistas que "claro que es una estrategia política para conseguir una gigafactoria y lo hemos conseguido", en referencia a la de Volkswagen, que curiosamente ha asumido una filial con un nombre parecido, PowerCo. Puig insistió en que en su momento y en su época en el Gobierno sí que existió la posibilidad de una segunda gigafactoría, aunque no puede hablar sobre lo que ahí ahora.
Por su parte, Ruth Merino, la consellera de Hacienda portavoz del Gobierno valenciano actual de PP y Vox, intentó "quedarse con lo bueno", en referencia a la estrategia que había para lograr atraer esa inversión: mrino consideró el Ejecutivo anterior utilizaba anuncios que no luego llegaban a buen puerto y que el actual Consell elabora sus estrategias "con datos reales y una certidumbre detrás"