
Entre los muchos elementos que componen un vehículo, los amortiguadores influyen en el comportamiento de los frenos, de la dirección y de la estabilidad. En concreto, tienen el cometido de contribuir a la estabilidad y control del coche, especialmente en zonas de curvas que se atraviesan a gran velocidad. Dado que en estos momentos es cuando más peligro conlleva conducir, conviene tener los amortiguadores en buen estado.
"¿Sabías que unos amortiguadores en mal estado aumentan la distancia de frenado hasta un 35 %? Además, si los amortiguadores no están bien, provocan un aumento del desgaste del resto de piezas, como rótulas, soportes, neumáticos. etc.", indican desde el Real Automóvil Club de España (RACE).
En este sentido, conviene saber cada cuánto tiempo, o cada cuántos kilómetros, hay que sustituir los amortiguadores.
Revisión y recambio
Dado que cada vehículo tiene unas características determinadas, que circula y permanece estacionado en diferentes lugares, y que cada usuario lo cuida de forma diferente, no existe una cifra que sirva para todos los coches. Desde RACE recomiendan revisar este elemento al menos una vez al año. Y, como máximo, consideran que no se debe dejar de examinar pasados los 20.000 kilómetros.
"El cambio de amortiguadores se produce a partir de los 65.000 kilómetros de un vehículo, sin superar los 90.000 kilómetros. Además, es aconsejado hacer el cambio por ejes, es decir, cambiar los dos amortiguadores del eje delantero a la vez o los del eje trasero al mismo tiempo", indica el club.
No obstante, existen una serie de indicadores que el conductor puede percibir y que evidencian que los amortiguadores necesitan ser sustituidos.
- Los neumáticos se desgastan de manera irregular.
- El tiempo y la distancia de frenado aumentan.
- Mayor dificultad para controlar el vehículo al circular por curvas o zonas mojadas.
- Vibraciones en el volante.
- Mayor sensibilidad al viento lateral.
- Deslumbramiento por la noche.
- Se hunde el eje trasero al acelerar.
- Se produce fuga del fluido hidráulico.
- Los amortiguadores tocan fondo y se clavan en baches muy pronunciados.