Motor

¿Qué hago si encuentro una grieta en la luna de mi coche?

Por muy bien que se conduzca, por mucho que se extremen las medidas de seguridad y por mucho que se cumpla con todas las directrices de seguridad vial, es inevitable que, de vez en cuando, la luna del vehículo se agriete.

Generalmente suelen aparecer como consecuencia del impacto de una pequeña piedra o china, aunque no es el único posible causante (también los cambios de temperatura bruscos pueden propiciar su rotura).

Independientemente de la causa, cabe preguntarse cómo se debe actuar ante la detección de una pequeña avería en el parabrisas. ¿Se puede seguir conduciendo?

Arreglo casero o profesional

Al percibir una pequeña grieta, es fundamental tratar de repararla lo antes posible. De lo contrario, la vibración del vehículo en marcha, a la larga, irá agrandando la grieta, hasta tal punto que sea peligroso conducir con ella.

Ante pequeñas roturas, existen diversas opciones económicas, a modo de kit de reparaciones, que pueden servir como un parche temporal. Por lo general, suelen consistir en una resina transparente que rellena el hueco dañado y frena la expansión de la grieta.

Sin embargo, si el cristal ha sufrido un daño considerable y la grieta se ha expandido demasiado, no quedará más remedio que acudir a un taller mecánico o de reparación y sustitución de lunas. Allí, los técnicos optarán por la mejor opción: o bien repararán con utensilios y productos especializados la luna, o bien optarán por instalar una nueva.

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