Así como 2021 fue el año de llevar a cabo las reformas en la Dirección General de Tráfico (DGT), 2022 será el de la puesta a punto. Un ansiado cambio que ya está entrando en vigor y que, durante los próximos 365 días traerá importante novedades tanto en materia de seguridad vial como de reducción de las emisiones contaminantes.
Un último factor donde resulta clave la línea de la DGT en la dirección de la nueva ley de Cambio Climático. Es por ello que entre todos los puntos de la reforma, uno de ellos hace hincapié en la obligatoriedad de crear unas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en los municipios de más de 50.000 habitantes, así como en aquellos que superen los 20.000 y no cumplan unas determinadas condiciones.
Es decir, la instauración de áreas protegidas ante los vehículos más contaminantes, al estilo de las ya puestas en Madrid o Barcelona, que se marcará según los distintivos medioambientales de la DGT. Eso sí, aún con muchos puntos por delante, pues queda en mano de los Ayuntamientos determinados aspectos, estas afectaran, sobre todo, a los vehículos calificados como 'B' y 'C'.
Así afectarán las ZBE a las etiquetas 'B' y 'C'
Aquellos turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y diésel a partir de 2006 (etiqueta B) y aquellos turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015 (etiqueta C). Unos coches, en su mayoría, que ya no pueden entrar a estas dos grandes urbes según los parámetros establecidos y que dejarán, a lo largo de 2022 de hacerlo también en los cascos históricos de hasta otros 147 municipios.
Además, a partir del 21 de marzo la DGT ya ha instaurado que entre en vigor la normativa por la cual sobrepasar estos límites acarreará una multa de hasta 200 euros. Eso sí, con posibilidad de ser reducida a criterio de los Ayuntamientos (en Madrid actualmente es de 90 y en Barcelona de 100 euros), con ello se quiere potenciar el cambio hacia el transporte sostenible en los centros históricos.
Un aspecto más que importante sobre la reforma de la DGT y que para este 2022 verá su puesta en marcha, con el fin de dar un vuelco a la situación de las grandes urbes contra el uso de vehículos de más años y, por ende, más contaminantes.