
Pese a que la mayoría de municipios ya han implantado una clara normativa que aparta a los patinetes de las aceras, todavía son muchos los incidentes que se producen por la unión de estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP) con los peatones. Por ello, cada vez son más las ciudades que buscan en la tecnología la solución, en una lista donde ahora se ha unido Madrid de la mano de la compañía Bird.
"No pasa" ha sido la última campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) para tratar de imponer la conciencia a los ciudadanos de que los patinetes y bicicletas deben circular por los lugares adaptados para estos. Es decir, en carriles bici donde no se encuentren con los peatones, la multa por esta desobediencia puede alcanzar hasta los 200 euros.
La última forma de acabar con esta mala actuación que se ha popularizado con el boom de los VMP y la movilidad sostenible. Y es que pese a todas las normativas, campañas o vigilancia de agentes policiales aún se siguen viendo muchos patinetes y bicicletas circular por las aceras.
Una tecnología que detiene el patinete
Por ello, la compañía Bird, una de las que más presencia tiene en todo el mundo con flotas de VMP en Estados Unidos, gran parte de Europa e, incluso Israel, está probando una tecnología rompedora que obliga a los patinetes a alejarse de las aceras. Ya probada en Milwaukee y San Diego, Madrid es su siguiente estación seleccionada.
A partir de 2022 se podrán ver los primeros ensayos en la capital de un sistema sonoro que pita al detectar que el usuario circula con un patinete de Bird por la acera. Además, si este desoye el aviso, similar a la tecnología que tienen algunos coches para avisar del cambio de carril, el VMP comenzaría a reducir su velocidad hasta detenerse.
El sistema usa un GPS de alta precisión para conocer que el usuario está circulando por la acera
Una forma de acabar con esta mala praxis que trabaja a través de tecnología GPS de alta precisión. La elección de Madrid, según comentan desde Bird, responde a que es una de las principales plazas europeas donde opera así como recientemente ha renovado su acuerdo con el consistorio para seguir ofreciendo su amplia flota de vehículos sostenibles.
De aprobarse, la DGT y las diferentes instituciones que tratan de regular el buen uso de los VMP tendrían una novedosa aplicación para poder poner fin a esta popular infracción. Un mal hábito que pone en peligro a los peatones por su alta vulnerabilidad en las aceras de cara a los cerca de 30 kilómetros por hora que puede alcanzar un patinete eléctrico.