Mientras los miedos de un debilitamiento económico global continúan hundiendo la rentabilidad de los principales bonos soberanos, de hecho el Treasury a 10 años de Estados Unidos cerraba por debajo del 2% por primera vez desde 2016 esta semana, las pistas que telegrafían ya el fin del ciclo monetario alcista en el país han impulsado la emisión de deuda de compañías con una calificación especulativa.
El lunes un total de siete compañías, entre las que se incluyeron NextEra Energy (NEE), Post Holdings (POST) y Icahn Enterprises (IEP) vendieron deuda, considerada basura por su alto riesgo, por valor de 4.000 millones de dólares. La demanda fue tal que dos de ellas apostaron por incrementar la oferta mientras otras seis firmas más emitieron el martes otra oleada de bonos de alto riesgo por valor de 2.900 millones de dólares, según datos recopilados por Bloomberg.
Ninguna de las emisiones llegó por parte de compañías con el nivel más bajo de calidad crediticia
Eso sí, cabe destacar que aproximadamente la mitad de las ventas de bonos fueron de compañías calificadas en los tres niveles más cercanos al grado de inversión (BB+, BB, BB-). Ninguna de las emisiones llegó por parte de compañías con el nivel más bajo de calidad crediticia (CCC+, CCC, CCC-), aunque una de las colocaciones fue de Hexion, una compañía que está a punto de salir de la reestructuración y suspensión de pagos.
Esta marea de deuda basura no es coincidencia. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteraba de nuevo esta semana que "actuará como sea necesario" para blindar la expansión económica más larga de la historia en EEUU entretanto el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, defendía su postura de implementar lo antes posible un recorte de 25 puntos básicos como salvaguarda que garantice este hecho. Eso sí, dejaba claro al mercado que dos rebajas de tipos este año sería un movimiento exagerado.
Según datos de Dealogic, citados por el Financial Times, en el año la emisión de deuda especulativa de compañías de EEUU alcanza los 105.000 millones de dólares, un 25 por ciento más que el año pasado por estas mismas fechas.
Dicho esto, los estrategas de Citi ya avisaban en un informe distribuido entre sus clientes que esperan que "un recorte por parte de la Fed impulse a los activos de riesgo, incluidos los bonos de alta rentabilidad". Pero advertían que a medida que nos adentramos en el ciclo crediticio, "aumenta el apalancamiento en los balances empresariales y se reducen las medidas de protección ante un empeoramiento de las perspectivas".
En busca de rentabilidad
Con el consenso dando completamente por hecho que el banco central estadounidense recortará tasas en un cuarto de punto porcentual el próximo 31 de julio, los costes de financiación para compañías se han reducido. La rentabilidad media del un bono basura a este lado del Atlántico ha caído por debajo del 6% por primera vez desde abril de 2018.
Algunos inversores siguen mirando a los rincones más especulativos de la renta fija en busca de rentabilidad. La semana pasada se invirtieron hasta 675 millones de dólares de acuerdo a datos de la consultora EPRF Global, la segunda semana consecutiva de entradas.