
Los inversores conservadores han vuelto a sus orígenes, después de un período en que elevaron sus apuestas por los activos de riesgo. Los flujos de entradas en los fondos de renta fija han sido considerables durante el primer semestre de 2019. Pero el cambio de tono de los bancos centrales, más propensos a mantener los estímulos artificiales para sostener una economía con síntomas de fatiga, ha dejado a los activos tradicionales de deuda con una remuneración bajo mínimos.
Esta situación está provocando que los gestores de fondos de renta fija hayan aumentado sus niveles de liquidez en las carteras, que llegan hasta el 34% en el caso del Sextant Bond Picking y hasta el 50% en el caso del Sextant Grand Large, ambos de la boutique francesa Amiral en los que se aplica la filosofía del value investing para la selección de emisores de deuda y que se han convertido en los productos estrella de la gestora en España.
Jacques Sudre, gestor coordinador del Sextant Bond Picking y responsable de la parte de renta fija del Sextant Grand Large, asegura que prefiere estar invertido a muy corto plazo en tesorería, como pagarés, que tener en cartera riesgo de crédito. De ahí que en el fondo mixto la parte de deuda solo ocupe un 15 % de la cartera y en general sean muy selectivos con los emisores.
Para diferenciarse de la competencia, se fijan en compañías muy poco seguidas por el mercado y que incluso no cuentan con calificación crediticia por distintos motivos, hasta el punto de que este tipo de valores sin nota representan hasta el 50% de la cartera del Sextant Bond Picking, fondo que se lanzó hace dos años y cerró el año pasado con un rendimiento del 0,83% y que acumula una rentabilidad en el año del 1,20%.
Datos que en momentos de incertidumbre como el año pasado demuestran su resistencia y que en momentos de búsqueda de rentabilidad en renta fija como el actual pueden resultar menores, pero que se justifican, según Sudre, en que prefieren pecar de prudentes. "No hay una remuneración adecuada. Hay un riesgo de tipos de interés casi imposible de predecir, por lo que preferimos centrarnos en identificar un margen de crédito que remunere un riesgo que podamos analizar. Hemos pasado de un consenso de mercado en el que se preveían dos o tres subidas de tipos a otro con una probabilidad de casi el 100% de que van a producirse bajadas de tipos en Estados Unidos. Una asignación prudente puede ser frustrante en el corto plazo, pero es la única que puede permitir a largo plazo invertir", explica el gestor.
Además, el flujo de inversores hacia la renta fija ha lastrado la rentabilidad de los títulos de renta fija, hasta llevarlas a terreno negativo en el caso de la deuda soberana, y permitiendo la financiación de algunas empresas casi gratis convirtiéndose en muertos vivientes, creando un entorno muy peligroso que no remunera adecuadamente el riesgo, según el gestor de Amiral. "Lo último que falta para que se produzca una burbuja es que se rompa", subraya Sudre.