
Las bolsas han comprado un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos y los principales índices mundiales han escalado hasta máximos del año. Sin embargo, la rentabilidad que queda por ganar en cualquiera de los dos lados del Atlántico no compensa los amplios riesgos que siguen ignorando los inversores, como la desaceleración económica o un Brexit sin acuerdo. | Análisis técnico: "Las bolsas europeas ponen fin a su consolidación y retoman las alzas que se iniciaron en Navidad"
Nísperos, albaricoques, ciruelas o melocotones. Son algunas de las frutas que, aunque se pueden ver en las fruterías durante todo el año, son tradicionalmente de la temporada primaveral, momento en el que logran la madurez. Tan importante es haber hecho la siembra en el momento justo como esperar a que maduren sin que se lleguen a caer.
Esta premisa se puede llevar de la tierra al parqué. Los fuertes ascensos que las principales bolsas mundiales acumulan ya este año han pillado a muchos inversores con una exposición menor de la que querrían, y plantar ahora promete pocos frutos. Sin embargo, los que sembraron en su momento siguen resistiéndose a recolectar.
Esta semana ha sido una de las más alcistas del año en el Viejo Continente gracias a los fuertes rumores en torno a la cercanía del acuerdo comercial definitivo entre Estados Unidos y China. El Ibex se anotó más de un 3% al cierre semanal mientras que el Dax tuvo el mejor comportamiento con un repunte de 4 puntos porcentuales. El EuroStoxx 50, por su parte, ascendió un 2,85%, lo que le permitió mantenerse en máximos anuales, "algo que es de todo menos algo bajista para el mercado europeo", apunta Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Un ascenso de las bolsas adicional
"Esta semana los índices europeos consiguieron romper el techo del lateral que acotaba la consolidación de las últimas semanas, como son los 3.420 puntos del EuroStoxx", explica. "Esto abre la puerta a un ascenso adicional que puede llegar hasta los máximos de 2017, en los 3.700 enteros y hasta los cuales habría un margen al alza de más del 7%", añade. "Sin embargo, el riesgo de caída sigue ahí y el primer soporte son los 3.270, lo que implicaría un descenso del 5%. Por lo tanto, la ecuación rentabilidad/riesgo actual no la vemos demasiado atractiva ahora mismo", advierte Cabrero.
Los indicadores macro han quedado esta semana en un segundo plano después de que tanto China como Estados Unidos hayan confirmado que se encuentran en la fase definitiva de sus negociaciones comerciales, que ya anticipó el miércoles Myron Brillian, el vicepresidente ejecutivo de Asuntos Internacionales de la Cámara de Comercio de EEUU, al asegurar que acuerdo estaba firmado al 90% aunque quedaba la parte más complicada.
Esto ha servido de excusa para un mercado que ha pasado por alto algunos indicadores como el de los pedidos de fábrica en Alemania, que sufrieron en marzo su mayor caída desde enero de 2017. El PMI manufacturero no dio mejores señales y sólo el dato de servicios se mantuvo por encima de los 50 puntos.
Mientras tanto, el culebrón de la salida de Reino Unido de la Unión Europea continúa y con toda probabilidad la fecha de la escisión se atrase hasta que Westminster logre aprobar un acuerdo de salida.
En clave doméstica, el valor más alcista del Ibex fue Arcelor al anotarse más de un 10 por ciengo gracias a la posible tregua comercial y la incertidumbre en torno a la oferta de mineral de hierro tras el cierre de nuevas presas en Brasil. Los bancos también han tirado del selectivo ante el probable apoyo del BCE –que se reunirá la semana próxima–.
Póker o trío de ases en Wall Street
Al otro lado del Atlántico la semana también ha dejado beneficios en las arcas de los inversores, con ascensos entre el 2,5 y el% en Wall Street, "donde ya tenemos a tres de los cuatro ases por encima de resistencias y con un margen del 2% hasta sus altos", explica Cabrero. "No obstante, si se sumara el Russell 2000 a esta situación y culminara el póker, abriría un potencial adicional de 6 puntos más hasta sus máximos históricos", concluye el experto.
En el plano macro se ha desinvertido la curva de rentabilidades de la deuda, cuya rentabilidad se ha vuelto a acercar al 2,5% en el caso del T-Note aunque ya las encuestas ven más probable que el próximo movimiento de la Reserva Federal sea para bajar los tipos que para subirlos. Además, se han conocido los datos de empleo de marzo con un aumento de 196.000 puestos, una cifra superior a la prevista y que mantiene el paro en un 3,8%. Desde Allianz Global Investors creen que "este giro en la política monetaria, las perspectivas de un dólar más débil, la tregua comercial y los estímulos de China seguirán respaldando al mercado".