Los datos macro de Alemania vuelven a dar señales de alarma. Tras las malas sensaciones que dejó el índice PMI manufacturero el lunes, el dato de los pedidos a fábrica en el país germano no son mucho más alentadores. Estos cayeron un 4,2% en febrero, lo que supone su mayor descenso desde enero de 2017 (en aquel mes bajaron un 7,4%).
La caída de los pedidos a fábrica en Alemania en el segundo mes del año contrarresta con la subida del 0,3% para el periodo que esperaba el consenso de analistas. ¿La causa? El fuerte descenso de la demanda internacional, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En comparación con febrero de 2018, los pedidos de la industria alemana experimentaron un retroceso del 8,4%.
Además, esta referencia ya suma cuatro meses de caídas: los pedidos a fábrica en el país germano descendieron un 1% en noviembre del año pasado; en diciembre, un 1,6%; y el mes pasado, un 2,6%.
"La fuerte caída de los nuevos pedidos claramente socava los recientes signos tentativos de un rebote de la actividad global en el primer trimestre de 2019", ha admitido Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania, advirtiendo de que estos "horribles" datos apuntan a que la industria alemana aún se ve afectada por la incertidumbre sobre el Brexit y otros riesgos globales, por lo que "debería prepararse para más malas noticias".
Otros pedidos
Al mismo tiempo, según Destatis, los pedidos domésticos bajaron en febrero un 1,6% respecto a enero, mientras que los pedidos internacionales cayeron un 6%. Los nuevos pedidos procedentes de la zona euro disminuyeron un 2,9% en comparación con enero, pero los encargos por parte de otros países cayeron un 7,9% mensual.
En el mes de febrero, los pedidos de bienes intermedios cayeron un 0,9% en relación con el mes de enero, mientras que los encargos de bienes capital experimentaron una caída del 6% respecto de enero y los fabricantes de bienes de consumo vieron caer los pedidos recibidos un 3,5%.