
La actividad de la zona euro ha aguantado el tipo durante el primer trimestre del año en plena desaceleración global. El PMI compuesto de marzo se mantuvo por encima de 50 puntos durante todo el periodo, que indica expansión, gracias al sector servicios y a la demanda interna. Pero Francia ha vuelto a flaquear y volvió a caer en contracción y la desconfianza se apodera de la industria alemana, donde es más que probable que se siga hundiendo en los próximos meses, destacan los expertos de la consultora de IHS Markit. Pese a todo, el PIB de la zona euro creció a un ritmo trimestral del 0,2%.
Los índices PMI, que miden la actividad del sector servicios y manufacturero, de la zona euro en marzo han salido mejor de lo previsto en su lectura definitiva, pero siguen reflejando que la economía pierde tracción.
La referencia registró un nivel 51,6, situándose ligeramente por debajo del 51,9 señalado en febrero, pero levemente por encima de su estimación inicial, que indicó que se situaba en el 51,3. Este índice está elaborado por la consultora IHS Markit a partir de encuestas a empresas y es uno de los primeros indicadores económicos que se publican. Todo resultado que salga por encima 50 indica expansión, tanto para la economía como para un sector en concreto. Por debajo de este nivel indica contracción.
El PMI Compuesto reflejó en marzo una total divergencia entre la producción manufacturera y la actividad del sector servicios en la región. Mientras que la actividad en el sector servicios aumentó en marzo al ritmo más fuerte desde noviembre del año pasado, los fabricantes registraron la mayor caída mensual de la producción desde abril de 2013.
El índice sitúa el ritmo de crecimiento del PIB para el primer trimestre del año en el 0,2%, manteniendo la misma tasa trimestral que a final de año. El sector servicios ha mantenido a flote a la economía gracias a la demanda interna en mitad de una profunda crisis del sector industrial.
Pero las perspectivas no son muy buenas. "El ritmo general del crecimiento económico probablemente se debilitará en el segundo trimestre a medida que la ralentización se extienda al sector servicios. En este sentido, puesto que los indicadores a futuro del sector manufacturero muestran que es probable que la producción de bienes caiga aún más en los próximos meses, el riesgo a la baja se ha intensificado", explica que Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
La debilidad del sector industrial está estrechamente relacionada con la caída de la demanda externa provocada por la tensión comercial y desaceleración. Los nuevos pedidos recibidos por las empresas manufactureras disminuyeron al ritmo más fuerte desde fines de 2012.
La confianza con respecto al futuro apenas cambió en marzo, aunque nuevamente hubo una notable divergencia entre los fabricantes y las empresas de servicios. Mientras que la confianza de las empresas del sector servicios alcanzó su máxima de seis meses, la confianza entre los productores cayó hasta su nivel más bajo en más de seis años debido a las persistentes preocupaciones sobre el entorno político y económico actual.
Este contexto está golpeando especialmente a Alemania. El PMI manufacturero cayó al nivel más bajo desde 2012, ofreciendo señales muy preocupantes. Por primera vez en tres años se comenzó a recortar empleos y los pedidos están en los niveles más bajos desde 2009.
"Los indicadores a futuro del sector manufacturero muestran que es probable que la producción de bienes caiga aún más en los próximos meses, el riesgo a la baja para las perspectivas se ha intensificado", advierte Williamson.
Alemania es el país más exportador del mundo, el comercio representa el 86% del PIB. Y los automóviles son unas de la pieza clave. Anualmente, Alemania vende más de 200.000 millones en exportaciones del sector del automóvil. Al frenazo de la demanda mundial hay que sumarle. Varios de sus gigantes automovilísticos como BMW, Volkswagen o Porsche se han visto obligados a detener la producción de algunos de sus modelos debido a la nueva homologación de consumos de combustibles.
Francia rozará la recesión según los datos disponibles
Alemania no es el único problema para la zona euro. También lo es Francia, la segunda economía de la región. Fue el país con el comportamiento más débil, ya que volvió a señalar una modesta contracción tras haber registrado un ligero crecimiento en febrero. El PMI compuesto cayó del 50,4 registrado en febrero a 48,9 puntos. De los últimos cuatro meses, tres han entrado en el terreno de la contracción.
La economía gala se vio lastrada a final y principio de año por las protestas de los chalecos amarillos impactando sobre todo en el sector industrial. Pero las protestas también afectaron al sector servicios. Las empresas declaran una caída de la demanda, de los pedidos internacionales y las manifestaciones violentas.
Otras economías como la española y la italiana han salido reforzadas. El PMI de España se sitúa en máximos de 10 meses al crecer a 55,4 y el de Italia en máximos de seis meses, intentando dejar atrás la recesión técnica, situándose en 51,5 puntos.