
Ya en territorio de bajistas, bajo la amenaza de los osos, Wall Street acentuó los momentos de extrema volatilidad, que llevaron a los índices a desplomarse en la media sesión de Nochebuena -la peor de la historia, con pérdidas cercanas al 3%-, después de una semana aciaga -la peor del Dow Jones desde 2008- en la que las caídas barrieron todos los soportes clave y se registraron nuevos mínimos del año. El Dow Jones de Industriales se derrumbó un 2,91% en la sesión del pasado lunes, lo que eleva al 11,84% la pérdida que ha acumulado desde que comenzó el año.
El domingo, el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, mantuvo una serie de contactos telefónicos individuales con los consejeros delegados de los seis principales bancos estadounidenses (Bank of America, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Wells Fargo, Citi y Morgan Stanley). Las conversaciones se produjeron después de las fuertes caídas de los mercados en las sesiones previas y de que la última subida de tipos y la futura que se espera haya provocado que en el mes de noviembre las empresas no hayan podido emitir deuda corporativa. De confirmarse esta circunstancia, sería la primera vez desde la crisis del 2008 que queda cerrado completamente el mercado de bonos.
El bono, al 3%
El interés del bono estadounidense, que llegó a instalarse cómodamente sobre el nivel del 3%, se ha recortado sensiblemente (2,74%). Y esto provoca que los inversores no quieran comprar deuda de las compañías en el momento actual a la espera de que las rentabilidades vuelvan a ser más elevadas; un escenario que de continuar provocaría serios problemas de liquidez a las empresas que necesitan financiación.
La crisis se extendió como la pólvora y la Bolsa de Tokio tuvo la peor caída en dos años, impactada con fuerza por las pérdidas de Wall Street a pocos días de que cierre un año, que se está amargando desde hace semanas. El Nikkei, un índice que incluye a los 225 títulos más representativos del mercado, cayó un 5,01%.
El Vix, conocido como índice del miedo, volvió a subir como el mercurio cuando recibe calor -repunta más del 50% en este dramático mes de diciembre- y marca nuevos máximos, que no se ven desde el mes de febrero.
También cae el petróleo, y se aprecia el euro en su cruce con el dólar, para completar el bodegón de las últimas sesiones, en las que el cuestionamiento de las decisiones de la Reserva Federal (Fed) por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incomoda a todos los que atesoran intereses en el mercado, principalmente por lo delicado del momento, en que la política monetaria debe acompañar a una economía en desaceleración sin agobiarla.
Todos los problemas, muchos de ellos ignorados en los tiempos de vacas gordas, se toman ahora a la tremenda. Como el cierre de la Administración norteamericana por la incapacidad del propio Trump para levantar financiación para el vergonzoso muro fronterizo, que ha convertido en su reto personal, mientras humilla a miles de personas a las que podría acabar poniendo un puente de plata con ofertas de trabajo en un mercado laboral que se encuentra en pleno empleo.
La escenificación llega hasta comunicaciones tragicómicas, como la realizada por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, por Twitter, en la que dijo haber mantenido una serie de contactos telefónicos "individuales" con los consejeros delegados de los seis principales bancos estadounidenses para pulsar sus nervios ante las fuertes pérdidas vistas en las bolsas. El mensaje quiso ser de calma, pero no deja de sorprender, a falta de otras amenazas más tangibles, como la guerra comercial con China.
"La pérdida de los mínimos que marcaron los índices estadounidenses durante el primer trimestre del año, que eran el origen del último mínimo relativo ascendente en la tendencia alcista de largo plazo, hace que pierda muchos enteros la posibilidad que defendíamos de que la última corrección era una simple pausa dentro de la tendencia y nos advierte de que estamos muy probablemente ante un cambio dentro de la misma, de alcista a bajista, algo que abre la puerta a que, en próximos meses, rebotes al margen, podamos asistir a recortes adicionales del orden del 15%-20%", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, quien aclara que, "operativamente, la pérdida de soportes clave en Wall Street nos invita en el portal de estrategias de inversión de elEconomista a seguir recomendando mantener un alto grado de liquidez, en torno al 75%, y hace buena nuestra decisión de no comprar en soportes, tal y como era nuestro plan de trading inicial, ya que no nos gustaba la forma en que fueron alcanzados". Así, asegura que "solo hay que volver al mercado cuando encontremos un suelo."