El terremoto que hizo temblar a todo el sector bancario el 18 de octubre dejó a la industria noqueada en bolsa a la espera de la resolución del Supremo sobre quién debe pagar el impuesto de las hipotecas. Finalmente, la decisión del Alto Tribunal ha sido más favorable para la banca de lo que nadie en el mercado parecía tener descontado, lo que, a priori, debería impulsar en el parqué fundamentalmente a las entidades domésticas.
De media, estas firmas tienen un recorrido del 8,6% hasta recuperar el precio al que cotizaban antes de que se desatase la tormenta. Por contra, los gigantes -cuyo golpe fue mucho más modesto- apenas tienen un 2% que recuperar para borrar los números rojos que habían acumulado.
En todo caso, tras la zozobra inicial, las entidades han recuperado una parte importante de las caídas: los bancos domésticos se han revalorizado un 10% desde los mínimos intradía que llegaron a alcanzar y los internacionales se apuntan una subida que supera el 6%. Este ascenso ha venido también de la mano de unos resultados que, en general, han sido más positivos de lo esperado y de unos test de estrés que han sido superados por los bancos españoles con nota.
En concreto, el banco cotizado que más se había visto golpeado por la incertidumbre era Unicaja. La entidad con sede en Málaga se encuentra a una subida del 16% de recuperar el nivel que lucía antes de que se desatasen las turbulencias a pesar de haber recuperado más de un 7% desde el nivel más bajo tocado durante las mismas. En el peor escenario posible, desde UBS estimaban un impacto de 320 puntos básicos en el capital de la entidad.
Este impacto era el segundo más alto, solo superado por el de Bankia: para la entidad calculaban un golpe de 410 puntos básicos, lo que, entre otras cosas, habría puesto en jaque sus planes de distribuir 2.500 millones de euros al accionista hasta 2020. Simplemente con que la firma presidida por José Ignacio Goirigolzarri recuperase el nivel previo al 18 de octubre se impulsaría un 10%. Eso sí, desde el nivel más bajo tocado durante esta crisis ya ha subido un 8%.

Por su parte, Sabadell cuenta con un recorrido al alza del 7% hasta alcanzar la cota en la que se movía antes de que arrancase el terremoto. Inicialmente la entidad catalana había sufrido la caída más violenta junto a Unicaja -del 19,5%- y ha sido capaz de remontar cerca de un 16% desde mínimos.
Mientras, CaixaBank y Bankinter cuentan con potenciales del entorno del 7% hasta recuperar el nivel previo a todo el embrollo después de haber experimentado subidas también del 7% desde que tocaron su suelo.
Finalmente, Liberbank fue una de las entidades más golpeadas en los primeros compases. Sin embargo, unos resultados mucho mejores de lo esperado impulsaron su cotización, dejándole apenas un recorrido del 4% hasta alcanzar los niveles en los que se movía antes del paado 18 de octubre.
Los 'transatlánticos'
Banco Santander y BBVA son las entidades que menos potencial de subida tienen hasta que recuperar el precio que perdieron antes de conocerse la primera sentencia. A la cántabra le resta apenas un 1,2% hasta los 4,26 euros, y a la vasca, un 2,7% hasta los 5,29 euros. Su corto recorrido respecto al resto de bancos se explica por varias razones.
En primer lugar, porque el mercado ya venía descontando que las firmas con mayor exposición internacional hubieran sido las menos penalizadas en caso de que se hubiera mantenido la primera sentencia con o sin retroactividad, y bancos de inversión como JP Morgan llegaron a estimar el impacto en un 2%.
En segundo, porque en el periodo transcurrido desde el 18 de octubre, las dos compañías han celebrado con alzas en bolsa sus resultados del tercer trimestre, superiores a las estimaciones. Y tercero, porque ambas han aprobado con nota los resultados de los test de estrés realizados por la Autoridad Europea Bancaria (EBA, por sus siglas en inglés), y se sitúan, junto a CaixaBank, entre los seis bancos más sólidos del Viejo Continente.
En el caso del Santander, además, ha tenido mucho que ver el factor Bolsonaro. Brasil representa un 27,3% de su beneficio, y la victoria del candidato de ultraderecha -el preferido del mercado- llevaron a la entidad a sumar la semana pasada 4.200 millones de euros de capitalización bursátil tras repuntar un 6,5% desde que se conoció el resultado electoral.
Lejos de salvar un mal año
El sector financiero está sufriendo un ejercicio nefasto en el parqué al margen de las particularidades que atañen a la banca española. El retraso en la subida de tipos en la Eurozona -que se sitúa ya a finales de 2019 o incluso 2020- y el pulso político de Italia a Bruselas, presionando al mercado de deuda y al euro, han condenado a los bancos como el peor sector en el año en Europa con una caída del 20,6%.
En el cómputo anual, las entidades más bajistas son Sabadell y Bankia, con un descenso de casi el 29%. BBVA cede un 27% y Santander, un 23%. CaixaBank es la que mejor resiste del Ibex y sus pérdidas se limitan a un 8%. Fuera del selectivo, Unicaja se deja un 13% y Liberbank, un 6,5%.