
El batacazo de los principales índices norteamericanos de este miércoles ha sentenciado a este mes como el peor para la bolsa americana desde 2009, con una caída del 9%, mientras que en Europa, que a falta de cuatro sesiones para despedir octubre retrocede un 7% y va camino de ser el peor cierre mensual desde la primera gran devaluación china de agosto de 2015.
A lo largo de 2018 a cada caída bursátil en Wall Street, Europa ha respondido con iguales descensos, bien por el repunte de la rentabilidad de la deuda o la incertidumbre por la guerra comercial.
El aumento del pesimismo sobre la economía mundial, las peores perspectivas empresariales y los resultados decepcionantes de grandes tecnológicas como AT&T y Caterpillar, junto a las caídas de Netflix, Alphabet y Facebook que cedieron entre un 9,5% y un 5%, llevaron al Nasdaq a cerrar con pérdidas del 4,5%. Por su parte, el S&P 500 y el Dow Jones no escaparon a la presión vendedora y cayeron un 3% y un 2,4%, respectivamente, borrando las ganancias del año. El principal indicador tecnológico es el único que se mantiene en positivo en 2018 con un repunte cercano al 3%.
Uno de los mantras más repetidos en el mundo de la inversión es que cuando EEUU estornuda, el resto del mundo se resfría. Pero no siempre. Pese a la presión vendedora que ha dominado a la renta variable en los últimos tiempos y la tendencia bajista que ha sufrido Europa después de cada corrección en el mercado americano, Europa rebota desde mínimos a la espera de la reunión que se celebra hoy del BCE. El Ibex y el Ftse lideran los avances y suman en torno a un 1,3%. El Cac se anota algo más de un 1%, seguido del EuroStoxx 50, que sube un 0,7%. El más rezagado es el Dax, que pese a todo, avanza un 0,4%.
Hay que retroceder hasta enero de 2016, tras la segunda devaluación del yuan en unos meses, para encontrar una reacción diaria tan tibia de las bolsas del Viejo Continente a una caída abultada en Wall Street. Siete días después de que las autoridades de Pekín devaluaran su moneda, las bolsas chinas fueron testigo de dos fuertes desplomes que se dejaron sentir en la renta variable estadounidense ante el temor de una guerra de divisas entre los inversores. En aquella jornada el Dow Jones y el S&P 500 se cayeron algo más de un 2% y el Dow Jones retrocedió un 3%, pero la resaca bursátil en Europa en la siguiente jornada fue más tibia. Los principales índices apenas se limitaron a un 0,5%.
"En EEUU consideramos que el ritmo de caída debería moderarse. Los indicadores macro serán simplemente aceptables, pero la expectativa de unos resultados todavía sólidos en las grandes compañías de tecnología (Google y Amazon presentan hoy tras el cierre del mercado) deberían contribuir a la estabilización", señalan desde el equipo de análisis de Bankinter.
Por su parte Europa tiene hoy una referencia clave en las palabras de Mario Draghi, con las que el mercado espera que podría frenar la caída mencionando que los riesgos están equilibrados, pero tiene escaso margen para la sorpresa una vez la hoja de ruta de la política monetaria, el final del QE en diciembre, está definida."También será interesante conocer la opinión del BCE, si es que la trasmite, sobre el conflicto generado en el seno de la UE por el presupuesto italiano, que ha propiciado un fuerte repunte de las rentabilidades de los bonos soberanos de este país, así como de su prima de riesgo", señalan desde Link Securities.