
Dia ha iniciado la revisión de los estados contables de la compañía relativos al último ejercicio, cerrado el 31 de diciembre de 2017. De momento, y hasta determinar si hay algo fuera de lo normal, decidió el lunes suspender de empleo y sueldo a Amando Sánchez Falcón, director financiero corporativo de la empresa desde 2012.
Ese día la empresa comunicó ya a la CNMV que, tras un proceso de revisión, considera que "deben incorporarse determinados ajustes a los estados financieros consolidados correspondientes al ejercicio 2017, que se estima podrían tener un efecto patrimonial negativo por un importe aproximado de 70 millones de euros". Lo que la cúpula de Dia quiere ahora aclarar son las razones de ese agujero, por si obedece a una mala gestión o, por el contrario, a algún tipo de anomalía contable.
"Una vez se finalice el proceso de validación y confirmación de dicho importe, la Sociedad procederá, en la formulación de las cuentas anuales de 2018, a reexpresar las cifras de 2017, que se presentan a efectos comparativos", asegura la compañía. Dia no se ha pronunciado todavía oficialmente sobre el hecho de que se haya apartado a Sánchez Falcón, pero sí que ha dicho que "anunciará próximamente los cambios que se efectuarán en la dirección financiera corporativa", dando a entender que será despedido.
De momento, en pleno descalabro de la acción, Dia anunció ayer una reorganización de su cúpula directiva. En este sentido, se ha creado una dirección general ejecutiva en España liderada por Faustino Domínguez de la Torre, que unificará a partir de ahora las áreas comerciales y de operaciones de todas las enseñas. Domínguez formaba ya parte del comité de dirección, ocupando anteriormente el puesto de director en España de la enseña Dia.
Igualmente, el grupo ha creado también una Dirección Ejecutiva de Recursos Humanos, en este caso liderada por Alejandro Grande que, además, formará parte también del comité de dirección. Alejandro Grande es el actual director ejecutivo de Dia Argentina y compatibilizará este cargo con su nuevo puesto hasta completar el periodo de traspaso de sus actuales funciones a su sucesor, que será objeto de un nombramiento posterior.
Por último, también se ha creado una Secretaría Corporativa de cara a unificar las áreas de soporte jurídico, de seguridad y control financiero. Esta Secretaría estará liderada por Miguel Ángel Iglesias, actual director jurídico del grupo. Bajo la responsabilidad del secretario corporativo estarán, además del área jurídica y de Buen Gobierno, las de control financiero, seguridad de activos, seguridad de sistemas de la información y seguros. Iglesias reportará directamente al consejero delegado desde agosto, Antonio Coto.
En las próximas semanas podría haber más cambios, porque la intención de Fridman es rodearse de personas de su máxima confianza después de un fuerte enfrentamiento en la cúpula durante los últimos meses.
Según confirman fuentes de toda solvencia, el anterior consejero delegado, Ricardo Currás, con la ayuda precisamente de Sánchez Falcón como su número dos, plantó cara al magnate ruso, intentando sacar adelante su propio plan estratégico, algo que finalmente no fue posible.
Fridman exigió un cambio de rumbo y, ante la negativa precisamente de Currás a ejecutarlo, forzó su salida de la compañía y su sustitución el pasado mes de agosto por Antonio Coto. Todo ello además de nombrar como presidente a Stephan Ducharme, su mano derecha.