
Los recelos que está provocando en las últimas sesiones el repunte de los intereses de la deuda, por encima ya del 3% en Estados Unidos, pasó ayer factura a los principales índices europeos, donde se impusieron las ventas en la jornada previa a la reunión del Banco Central Europeo (BCE). El rendimiento del T-Note con vencimiento a 10 años tocó ayer máximos de enero de 2014 y arrastró con él a la deuda alemana, cuyo rendimiento se elevó al 0,65%. Este movimiento en la renta fija añadió presión bajista a las bolsas y al euro, que cedió un 0,8%.
Aunque la situación actual es idéntica a la vivida a comienzos de febrero -cuando el mercado anticipó subidas en los tipos de interés-, con el agravante del alza del petróleo, que añade más presión inflacionista a los precios, la bolsa europea está confirmando el escenario alcista de recuperación hacia los máximos anuales con mucha más fuerza que Wall Street. Tanto es así que desde el pasado 20 de marzo, cuando se recrudeció el cruce de amenazas entre EEUU y China por la guerra comercial, el EuroStoxx 50 aventaja al S&P 500 en 9 puntos porcentuales.
Asimismo, Europa se encuentra más cerca de borrar las pérdidas anuales que Estados Unidos. Tras la caída de ayer, el EuroStoxx 50 se encuentra a un 0,5% de volver al terreno positivo, mientras que el Dow Jones se deja en el año más de un 3% y el S&P 500 al rededor de un 1,8%.
Crecimiento de los beneficios
Desde finales del pasado ejercicio los expertos vienen ligando las subidas en las bolsas al crecimiento de los beneficios en la Eurozona. Según las estimaciones recogidas por FactSet, éste aumentaría entre un 6 y un 8%, por lo que la renta variable aún tiene margen para apoyarse en en los resultados empresariales -que empezaron a presentarse la semana pasada- para avanzar en el parqué.
En el momento de mercado actual en el que los índices tienen un suelo perfectamente definido en los mínimos del año y un techo en los altos de enero, el selectivo español se ha revelado en las últimas semanas como uno de los índices más atractivos. Por técnico, y atendiendo a la ecuación rentabilidad/riesgo, que presenta el Ibex 35, hay un recorrido al alza del 8,2% hasta los 10.609,50 puntos del 23 de enero, los máximos anuales, y un riesgo de caída del 4% hasta los 9.381 enteros que tocó el 26 de marzo. Por fundamentales, la robustez del índice nacional también queda patente por sus potencial alcista frente a sus homólogos europeos. La bolsa española afronta los próximos meses con uno de los potenciales más altos de las principales plazas del Viejo Continente. Los expertos del consenso que recoge Bloomberg otorgan al indicador un recorrido del 11,5% de cara a los próximos 12 meses.
El recorrido del selectivo español hasta su precio justo -los 10.989 puntos- es más reducido que los del Dax alemán y el EuroStoxx 50, que a ojos de los analistas es de un 15,6% y un 13,2%, respectivamente. Algo menor es el recorrido que tienen por delante la Bolsa de Londres -un 10,8%- pese a retroceder en el ejercicio más de un 4%, el Cac 40 -9,9%- y el Footsie Mib -8,7%- (ver gráfico). El Ibex cerró ayer en los 9.803 puntos tras retroceder un 0,26% al contagiarse -como el resto de plazas europeas- del pesimismo de Wall Street. Para ponerse en positivo en 2018 y recuperar los 10.043 puntos, el Ibex deberá subir un 1,8%.
Potenciales de doble dígito
La mitad del índice nacional arroja un recorrido de doble dígito. Encabeza esta lista Inditex, Acciona (21%) y Ferrovial (19%), por delante de pesos pesados del selectivo como Telefónica (19,2%) e Iberdrola (12,5%).
Pero que el índice español reconquiste o no los máximos del año en primer lugar, y su precio objetivo después, depende, en gran medida, del empuje de la banca, el sector con más peso en el selectivo. No en vano Santander y BBVA cuentan con potenciales del 15 y el 14%, respectivamente, seguida de Sabadell (14%), Bankia (11%), y CaixaBank (9%). Y es que tras los retrocesos del sector desde los máximos marcados este año, las entidades financieras nacionales han ganado atractivo para los analistas ahora que vuelven a cotizar con descuento por su valor en libros.