
Desde los máximos alcanzados a finales de enero, la bolsa a uno y otro lado del Atlántico ha corregido en torno a un 10%. Este descenso no ha venido acompañado por un deterioro en las estimaciones de beneficio, lo que ha provocado que la renta variable haya ganado atractivo.
En concreto, el EuroStoxx 50 cotiza a un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 13 veces, lo que supone un descuento del 10% frente a su media histórica y su nivel más bajo desde el Brexit. "Los vientos en contra de corto plazo están soplando más fuerte de lo que esperábamos hace unos meses", explican en Citi. Con todo, en la entidad recuerdan que "los datos macro todavía apoyan un crecimiento de doble dígito del beneficio por acción en la región".
Por países
El Ibex 35 es el segundo índice más barato -solo por detrás del Dax teutón- al cotizar a 12,6 veces sus ganancias. Esto supone un descuento del 5% respecto a su media histórica de 13,2 veces, inferior al de Europa, pero también su multiplicador de beneficios más bajo desde junio del año 2013. El índice alemán cotiza en 12,3 veces, lo que implica una rebaja del 10% frente a la media histórica. Francia lo hace con una ligera prima -de algo más del 4%-, en las 13,9 veces.
Mientras, la ratio del S&P 500 ha retrocedido hasta las 16 veces, lo que supone situarse prácticamente en línea con su media histórica. En todo caso el multiplicador de beneficios del índice norteamericano también está condicionado por la reforma fiscal de Donald Trump, que ha impulsado las expectativas de beneficio de las firmas de la región. El Nasdaq 100 -que es el selectivo más castigado-, cotiza a 19,2 veces su beneficio. Esto implica un descuento de algo más del 9% con su media, si bien es cierto que los múltiplos pagados durante la burbuja de las puntocom -incluso por encima de 50 veces- desvirtúan la cifra.