
La volatilidad sigue muy presente en los principales índices de Wall Street. En una jornada en la que el Dow Jones de Industriales y el S&P 500 transcurrieron en su mayor parte en positivo, el cierre acabó siendo de color rojo, de nuevo arrastrado por el mal desempeño de algunas de las grandes tecnológicas.
Al cierre de las operaciones, el Dow Jones perdió un 0,04% hasta los 23.848,42 puntos, el S&P se dejó un 0,29% hasta las 2.605 unidades, y el Nasdaq compuesto vuelve a sufrir al caer un 0,85% hasta los 6.949,23 enteros ante el temor a una mayor regulación para el sector tras el caso Facebook.
Con todo, las miradas de la jornada se dirigen a las cifras del PIB. En particular, la economía de EEUU experimentó un crecimiento anualizado del 2,9% entre los meses de octubre y diciembre de 2017, cuatro décimas más que el dato previamente divulgado y tres décimas por debajo de la expansión del 3,2% registrada en el trimestre inmediatamente precedente.
Amazon centra también las atenciones. La minorista cayó un 4,53% en la bolsa de Nueva York después de que los medios estadounidense publicaran que el presidente de EEUU, Donald Trump, está decidido a hacer sufrir a la compañía de Jeff Bezos por considerarla la responsable de la crisis que atraviesa el sector minorista en el país.
La automovilística Tesla, por su parte, empeoró un 7,66% y profundizó las grandes pérdidas del martes tras la rebaja de calificación de su deuda y el reciente accidente mortal en California que implica a un vehículo de su marca.
Facebook (0,53%) y Twitter (1,35%), por el contrario, registraron leves subidas tras varias jornadas de grandes caídas por el presumible endurecimiento de la regulación sobre la protección de datos en EEUU.
De los treinta títulos incluidos en el Dow Jones, las alzas más importantes fueron las de la farmacéutica Merck (+2,49%), la cadena minorista Walmart (+1,89%) y General Electric (+1,79%). Dentro de ese grupo los que más perdieron fueron las tecnológicas Intel (-3,11%) y Cisco (-2,39%) y la petrolera Chevron (-2,23%).
Apenas tuvo impacto el anuncio de que la actividad económica de Estados Unidos creció a un ritmo del 2,9% en el último trimestre de 2017, por encima del 2,5% calculado inicialmente, por lo que cerró el año con un crecimiento del 2,3%.
Sí impactó, parcialmente, el descenso en los precios del petróleo tras conocerse un aumento semana en las reservas de crudo de Estados Unidos superior a lo esperado. Aparte de la caída de Chevron, la principal petrolera del país, ExxonMobil, perdió un 1,21%.
En otros mercados, el petróleo de Texas acabó a la baja, hasta 64,38 dólares el barril, y al cierre de Wall Street el oro bajaba hasta 1.329,8 dólares la onza, la rentabilidad del bono del Tesoro a diez años retrocedía hasta el 2,777% y el dólar subía ante el euro, que se cambiaba a 1,2306 dólares.