
Una de las materias primas más alcistas en lo que va de año es el oro. El metal dorado acumula una revalorización del 13,5% y durante momentos de incertidumbre -como durante la escalada de tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte- ha servido de refugio para los inversores, si bien la eurozona no ha podido sacar partido del metal dorado por la subida del euro. ¿Hasta dónde puede llegar el euro?
La escalada de la divisa común frente al dólar se ha comido toda la ganancia que ha registrado el oro durante el año. Así, aquel inversor de la región que haya invertido en oro en el arranque de año habrá visto como el valor de su inversión se ha mantenido plano, en contraste con el 13,5% que gana aquel que lo haya hecho en dólares.
Más allá de la divisa, el mercado estará muy atento a la reunión de la reserva Federal que se celebrará el martes y el miércoles. A día de hoy, una tercera subida de los tipos de interés antes de que acabe el año no está puesta claramente en precio y si la Fed apuntase en esa dirección la cotización del oro podría llevarse un susto.
"La Reserva Federal se reúne el 19 y el 20 de septiembre y se espera que comience el proceso de reducción de su balance. Con los mercados habiendo sacado de precio un tercer alza del precio del dinero en 2017, el oro sería vulnerable si la entidad intenta volver a poner en agenda una subida en el mes de diciembre", reflexionan desde Unicredit.
En cualquier caso, hasta ahora las circunstancias del macroeconómicas han beneficiado al metal precioso, que apenas corrige en dólares un 3% desde máximos del año aún con los índices norteamericanos en zona de máximos históricos.
"Apoyando la subida del oro están las expectativas de un ciclo de subidas de tipos en los Estados Unidos más gradual. La baja inflación y unos números del mercado laboral más débiles de lo esperado han volteado las expectativas de los analistas", explican en FocusEconomics.