
Las diferencias entre la primera y la segunda empresa más grande de España -Inditex y Banco Santander- son cada día menores. Desde que el pasado 2 de junio, la firma textil presidida por Pablo Isla marcó un nuevo hito en su historia, al lograr una capitalización bursátil de 114.000 millones de euros, la balanza se ha decantado del lado de la entidad financiera.
Después de un 2016 para olvidar en bolsa, el Santander se cuela entre las compañías más alcistas del mercado español en lo que va de año, algo que le ha servido para elevar su capitalización en más de un 11% desde comienzo de año. Ahora, Banco Santander vale más de 87.200 millones de euros, reduciendo así su diferencia con la empresa más grande de España hasta niveles no vistos desde 2015: 11.054 millones.
Al calor de los rumores de un adelantamiento en el incremento del precio oficial del dinero desde comienzos de año -algo que se ha ido enfriando especialmente en las últimas semanas-, la entidad financiera ha logrado una mejora de su recomendación por parte de las casas de análisis.
Y no sólo eso, sus estimaciones de beneficio se han visto incrementadas desde enero en mayor medida de lo que lo han hecho las del resto de entidades del país gracias, en parte, a la adquisición de Banco Popular. De hecho, esta mejora es la que ayuda a que su multiplicador de beneficios (el PER es de 11,7 veces) no se haya disparado pese al repunte en el parqué del 11% que experimentan los títulos desde enero.
Caídas para la firma textil
Un comportamiento que contrasta con el registrado por Inditex, que ha perdido en el mercado de renta variable más de 16.000 millones de euros desde máximos, es decir, se ha dejado un 14% de su valor en apenas tres meses. Solo en las últimas tres sesiones se desploma un 4,7%, favoreciendo así que se haya convertido en una de las cuatro firmas del Ibex que registra descensos en bolsa en el conjunto del año, junto a Mediaset, Siemens Gamesa, Técnicas Reunidas y Acerinox. Su caída ha venido de la mano de una reducción en las estimaciones de beneficio que los expertos realizan de cara a 2017 y 2018. Y es que, para dichos años, las previsiones han menguado un 2 y un 3%, respectivamente, ante la fortaleza de un euro que está lastrando el comportamiento de las firmas más exportadoras de Europa, como es el caso de la española, que consigue el 24% de sus ventas fuera de UE.