
Un día como hoy, un 10 de mayo, de hace seis años todas las bolsas europeas vivían un auténtico festín. El Ibex 35 se anotaba una subida del 14,4% en la que sigue siendo la sesión más alcista de toda su historia. El repunte llevó al índice a escalar desde los 9.046 hasta los 10.351 enteros. Hoy ni siquiera ha reconquistado los niveles de los que partía esa jornada. Era un lunes y las órdenes de compra se acumulaban después de un fin de semana de mucha tensión. Fue uno de esos (tantos) momentos históricos en la crisis de deuda de la periferia europea.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acababan de acordar la creación de un fondo de rescate dotado con 750.000 millones para respaldar a los países de la Eurozona, y que daba apoyo al primer rescate a Grecia por valor de 110.000 millones de euros.
Hacía solo ocho días de la aprobación del primer rescate que recibiría Grecia en una reunión de urgencia el 2 de mayo de 2010. La troika, ese ente que formaron la UE, el FMI y el BCE, y que acaparó gran protagonismo en los años siguientes, acababa de nacer mientras en los mercados los inversores huían despavoridos, sobre todo de las bolsas de la periferia europea ante los riesgos de un contagio.
En las dos semanas previas a esa sesión para el recuerdo, el Ibex 35 había retrocedido más de un 16%. Y entonces llegó el fin de semana clave. La UE y el FMI acordó un paquete de medidas in extremis, en la madrugada del 10 de mayo, antes de la apertura de los mercados, entre las que se encontraba la creación del citado fondo para asistir a estados con problemas de liquidez en el futuro.
Elena Salgado, ministra de Economía en ese momento, aseguró que España no tendría que recurrir a él. La casualidad quiso que la viabilidad del euro estuviera en juego coincidiendo con en el Día de Europa, que se celebra cada 9 de mayo para festejar los cimientos que se pusieron para la unión de los estados europeos.
Pero hubo más. Las presiones para que Jean-Claude Trichet, entonces presidente del BCE, actuase como lo estaba haciendo su homólogo estadounidense, Ben Bernanke, en la Fed de EEII, desembocaron en el inicio de un programa inédito de compras de deuda. Se trataba del SMP (Securities Market Programme) que, a diferencia del QE (Quantitative Easing), con ese programa el BCE no introducía más dinero con las compras, puesto que después intentaba neutralizarlas con otras operaciones de retirada de liquidez por el mismo valor.
Estas medidas calaron de inmediato no solo en las bolsas, sino también en otros activos como la deuda pública. La rentabilidad del bono español a 10 años se había disparado entonces por encima del 4,4% y la prima de riesgo, que se había elevado hasta los 164 puntos básicos el viernes previo, retrocedió hasta los 97 puntos el lunes.
¿Cuál es el balance?
En seis años se ha escrito una larga historia en esta crisis de deuda. Más rescates a estados y la sostenibilidad del euro cuestionada derivaron en medidas sin precedentes del BCE que siguen sosteniendo a los mercados. Sin embargo, el Ibex 35 se encuentra ahora por debajo incluso de los niveles a los que se situaba antes de esa histórica subida.
Entre los grandes valores, Inditex es el que se sale de la espiral de caídas que ha envuelto al resto, al repuntar más de un 200%. En cambio, los problemas de la banca han hundido a las acciones de Banco Santander un 57% (cotizaban en el entorno de los 9,5 euros) y los títulos de Telefónica tampoco han escapado, hundiéndose un 43% (hace seis años se situaban por encima de los 16,5 euros).
Es cierto que las medidas del BCE han llevado a la rentabilidad de la deuda a niveles históricamente bajos, permitiendo a los gobiernos financiarse a tipos inéditos. Pero aunque el rendimiento del bono español a 10 años cotice muy lejos del 4,4% de mayo de 2010 (y más del 7,62% al que llegó en junio de 2012), al bajar hasta el 1,57% actual, lo cierto es que los inversores siguen exigiendo a España un diferencial similar al de hace seis años frente a Alemania, ya que la prima de riesgo se encuentra en 143 puntos básicos.