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La deuda europea arrasa a la renta variable: gana un 3% en el año

  • El bono español a 10 años renta un 3,1%, el alemán ofrece un 4,7%

Quién lo iba a decir cuando hace unos meses todo apuntaba a que la era de tipos cero no continuaría durante mucho tiempo. La renta fija era uno de los activos sobre los que recaían los mayores riesgos ante una normalización de las políticas monetarias de los grandes bancos centrales. Parecía imposible que los bonos de estados y compañías repitiesen los mínimos vistos en meses anteriores, pero nada más lejos de la realidad. La deuda ha sido la gran ganadora este trimestre, ofreciendo ganancias frente a las pérdidas que sufre la mayoría de bolsas europeas y a los ligeros avances que se anota la estadounidense.

Tanto los bonos gubernamentales como los corporativos con grado de inversión arrojan rentabilidades positivas en el año en Europa. En estos tres primeros meses, el índice Bloomberg European Sovereign Grade Corporate Composite Bond, que recoge toda esta deuda, sube un 3% y se sitúa en sus niveles más altos desde que hay datos (2010). Este alza contrasta fuertemente con la bolsa, pues el EuroStoxx 50 pierde casi un 8% en el año y el Ibex 35 retrocede en torno a un 8,5%.

La renta fija se ha beneficiado claramente de una ampliación del programa de compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE), que también incluirá la de empresas. El rally de los bonos corporativos no se ha hecho esperar, pese a que las compras no comenzarán hasta finales del segundo trimestre. Los precios de la deuda de las compañías europeas han subido a la espera de esta entrada de dinero. Este apetito por la deuda corporativa se aprecia en el índice Bloomberg Euro Investment Grade European Bond, que gana un 2,6% entre enero y marzo.

Los expertos coinciden en que los bonos empresariales se comportarán mejor que los soberanos en los próximos meses, ya que el efecto BCE será mucho mayor porque "el mercado de bonos corporativos es ocho veces más pequeño, por lo que la entrada de un comprador tan fuerte afecta mucho más a los precios", sostiene Víctor Alvargonzález, de Tressis.

No obstante, la deuda soberana también ha dado alegrías importantes en las carteras este trimestre. En el caso del bono español a 10 años, las ganancias en el trimestre rondan el 3,1%. La rentabilidad de estos títulos, que cae cuando suben los precios, ha bajado hasta acercarse a niveles de mayo de 2015, en el 1,426%, desde el 1,771% a la que inició el año. Mayores ganancias aportan los bonos alemanes, ya que a principios de año, además, actuaron como refugio ante las turbulencias en los mercados. La deuda germana a una década se ha revalorizado un 4,7% en estos tres meses.

Fuera de Europa las políticas más acomodaticias de los grandes bancos centrales han reanimado a la deuda en general. Así lo muestra otro índice que recoge renta fija global, el BofA Global Bond Market, que también ha repuntado un 3,2% en este primer trimestre. Mucho ha tenido que ver la postura de la Fed. No hay prisa por subir los tipos de interés y así lo trasladó la institución en su última reunión de política monetaria y así lo reiteró su presidenta, Janet Yellen, esta misma semana.

Este mensaje ha apaciguado a la deuda americana, a la que, ante una subida de tipos, muchos situaban en rentabilidades elevadas este año. En cambio, el rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha bajado del 2,269% al 1,77%. No se encuentra en mínimos del año, porque en febrero llegó a bajar del 1,66%, pero esta deuda acumula ganancias del 4,1% frente al 1% que consigue el S&P 500. En dólares, claro, porque en este caso las carteras sufren el rally que vive el euro, que se aprecia un 4,6% frente al billete verde en el año.

¿Qué esperar a partir de ahora? No hay que olvidar que el mercado se sigue alimentando de expectativas. "La especulación gira en torno a la extensión de las compras de activos del Banco de Japón y la extensión del programa del BCE. En este sentido, el mercado celebra sorpresas económicas negativas, tales como la disminución del indicador de confianza económica de la UE a un mínimo de 13 meses, como una confirmación de la presión sobre los bancos centrales para estimular más", explica Markus Allenspach, head of fixed income research de Julius Baer. "Seguimos considerando el mercado de bonos de euros como el más sobrevaluado y preferimos el segmento de dólares", opina el experto.

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